Si hay vida en Marte (o si la hubo hace mucho tiempo), es posible que no esté enterrada en la corteza rocosa del planeta. En cambio, podría estar atrapada en el hielo.
Esa es la conclusión de un nuevo estudio realizado por investigadores del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA y la Universidad Estatal de Pensilvania, quienes recrearon las condiciones gélidas e irradiadas de Marte en un laboratorio. Sus resultados, publicados en Astrobiology en septiembre de 2025, sugieren que los aminoácidos, o incluso los propios microbios, podrían permanecer preservados en el hielo marciano durante decenas de millones de años.
“Cincuenta millones de años es mucho mayor que la edad esperada para algunos depósitos de hielo superficiales actuales en Marte”, afirmó el coautor Christopher House, profesor de geociencias en Penn State. “Eso significa que si hay bacterias cerca de la superficie de Marte, las misiones futuras podrán encontrarlas”.
Simulación de Marte
Marte cuenta con dos casquetes polares permanentes de hielo de agua y algo de hielo seco, además de algunas placas de hielo tanto sobre la superficie como bajo ella. Aquí en la Tierra, ese hielo sería un candidato ideal para albergar vida. Pero en Marte, cualquier forma de vida en el hielo estaría expuesta a las devastadoras condiciones marcianas.
Dirigido por Alexander Pavlov, científico espacial del Instituto Goddard de la NASA, el equipo suspendió Escherichia coli en hielo de agua pura, imitando el permafrost que cubre gran parte de la superficie marciana. Otras muestras combinaron la bacteria con minerales como roca de silicato y arcilla, típicos del suelo marciano. Luego enfriaron las muestras a -51°C y las expusieron a una radiación gamma similar a la que habrían soportado en Marte en los últimos 50 millones de años.
Cuando los investigadores analizaron las muestras, apareció algo sorprendente: en el hielo puro, más del 10% de los aminoácidos de las bacterias habían sobrevivido. En las mezclas de tierra y arcilla, las moléculas orgánicas se habían degradado diez veces más rápido. En otras palabras, la vida en Marte podría tener más probabilidades de sobrevivir en el hielo que en el suelo.
“Fue sorprendente descubrir que los materiales orgánicos colocados solo en hielo de agua se destruyen a un ritmo mucho más lento que las muestras que contienen agua y suelo”, dijo Pavlov.
Estasis congelada

El hallazgo revierte una suposición arraigada. Durante décadas, los científicos centraron sus búsquedas en rocas y sedimentos antiguos marcianos, con la esperanza de encontrar rastros fosilizados de microbios. Pero el trabajo de Pavlov sugiere que esos entornos podrían ser demasiado activos químicamente. La investigación se basa directamente en ese cambio de perspectiva.
“Hay mucho hielo en Marte, pero la mayor parte se encuentra justo debajo de la superficie”, dijo House. “Las misiones futuras necesitarán un taladro lo suficientemente grande o una pala potente para acceder a él, similar al diseño y las capacidades de Phoenix”.
El módulo de aterrizaje Phoenix de Marte, que aterrizó cerca del Círculo Polar Ártico marciano en 2008, fue el primero en descubrir hielo de agua subterráneo. Sin embargo, carecía de los instrumentos necesarios para detectar vida o compuestos orgánicos complejos. El estudio de Pavlov sugiere que una misión posterior equipada con espectrómetros avanzados, o incluso un sistema de retorno de muestras, podría tener una posibilidad real de encontrar biomoléculas preservadas. El próximo concepto de misión Mars Life Explorer, actualmente bajo revisión por la NASA, podría ser el primero en aplicar esta estrategia.
Más allá del cinturón
El experimento también apunta hacia el exterior, hacia las lunas heladas del sistema solar exterior. El equipo de Pavlov repitió sus pruebas en condiciones similares a las de Europa y Encélado, los satélites helados de Júpiter y Saturno. Los resultados fueron aún más alentadores: las temperaturas más frías ralentizaron aún más la desintegración molecular. Esto es un buen augurio para la misión Europa Clipper de la NASA, ahora en camino a Júpiter, que comenzará a realizar sobrevuelos cercanos en 2030.
“Estos resultados sugieren que las regiones de hielo puro o dominadas por hielo son un lugar ideal para buscar material biológico reciente”, dijo Pavlov.
Para científicos como Pavlov, el hallazgo cambia las posibilidades de la antigua incógnita de la vida en Marte. Los rayos cósmicos pueden erosionar la superficie del planeta, pero el frío podría ser su mayor preservador.
Si alguna vez vivieron microbios en la salmuera marciana, sus rastros químicos aún podrían estar atrapados bajo el polvo. Y cuando futuros módulos de aterrizaje perforen ese suelo helado, podrían descubrir indicios más claros de que alguna vez existió vida en Marte.
Fuente: ZME Science.
