Tablero de juego de mesa mesoamericano con diseño único es hallado en Guatemala

Humanidades

Siglos antes del Monopoly, existía el Patolli, un juego mesoamericano de alto riesgo, de estrategia y suerte, en el que los jugadores apostaban cosechas y riqueza mientras competían con sus oponentes en un tablero con forma de cruz. El juego era tan popular que algunos decidieron integrarlo en la arquitectura. En una excavación reciente en la antigua ciudad maya de Naachtun, ahora en Guatemala, los investigadores encontraron un tablero de patolli hecho con cientos de pequeñas piezas de cerámica roja, cuidadosamente incrustadas a modo de mosaico en el mortero del suelo.

Se han encontrado tableros de patolli en muros y bancos de toda la región maya, pero la mayoría fueron grabados o pintados sobre superficies preexistentes. Este descubrimiento destaca porque no es una idea de último momento, sino una decisión deliberada, integrada en el plan de construcción desde el principio. Los investigadores determinaron que el tablero de juego data del período Clásico Temprano, alrededor del siglo V d. C. Los hallazgos se publicaron en Latin American Antiquity.

Mapas de Naachtun con recuadro del Grupo 6L13. Crédito: Latin American Antiquity (2025). DOI: 10.1017/laq.2025.10125.

La importancia cultural de Patolli y su último descubrimiento

Los pueblos de la antigua Mesoamérica, incluyendo a los toltecas, aztecas y mayas, practicaban juegos de mesa como el patolli desde el año 200 a . C. Su importancia en la cultura local fue tal que se ha mencionado en documentos históricos y códices.

Los arqueólogos han desenterrado tableros patolli en palacios y templos de importantes centros arqueológicos. Los estudios sugieren que cumplían múltiples propósitos, como ofrecer entretenimiento, fortalecer los lazos comunitarios y apoyar las prácticas espirituales.

A lo largo de los años, los arqueólogos han descubierto varias docenas de juegos tallados directamente en el yeso de bancos y paredes. Dado que estos están grabados en las superficies y no incorporados a las estructuras, los investigadores a menudo tienen dificultades para determinar cuándo se crearon o cómo eran originalmente.

En este estudio, examinaron una de las grandes zonas residenciales excavadas y descubrieron un diseño de mosaico incrustado en el suelo. El estilo del entorno sugiere que esta estructura probablemente formaba parte de la residencia de una familia de élite o podría haber servido como un pequeño centro administrativo local.

Vista de la Estructura 6L-20 Sub, desde el sur. Crédito: Latin American Antiquity (2025). DOI: 10.1017/laq.2025.10125

Construcción única y contexto histórico

La creación del tablero de patolli probablemente requirió alrededor de 478 piezas, principalmente rojas o naranjas. El tablero seguía un motivo maya familiar, pero el estilo de construcción era único y diferente a cualquier otro ejemplo descubierto hasta la fecha. A partir de lo que quedó del tablero, los investigadores estimaron que las dimensiones originales del tablero rectangular eran de 80 × 110 cm, comparativamente más grandes que la mayoría de los tableros, que medían entre 40 y 70 cm por lado.

En el caso de los tableros grabados o pintados, es difícil determinar si fueron creados por los usuarios originales de la estructura o por ocupantes posteriores. El tablero incrustado resolvió este dilema y, basándose en la cerámica recuperada de la capa excavada, los investigadores situaron su origen no antes del 400-550 d. C. Los investigadores señalan que al observar más de cerca la estructura donde se encontró el tablero de patolli y el área circundante, pueden obtener una idea más clara de cómo los mayas valoraban los juegos y los convertían en parte de su vida diaria y de sus eventos ceremoniales.

Fuente: Phys.org.

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