Algunas personas con VIH tienen la extraña habilidad aparentemente milagrosa de controlar la enfermedad sin medicamentos antivirales para toda la vida o trasplantes de médula ósea. Ahora, un nuevo estudio da pistas como este grupo selecto frena la infección.
En menos del 0,5% de pacientes con VIH el virus deja de replicarse sin necesidad de medicamentos, incluso si algunos virus latentes persisten en el cuerpo. De acuerdo al estudio, publicado el 26 de agosto en la revista Nature, el virus se oculta en los genes humanos, pero este también sugiere que estos genes llevan al virus a zonas en las que no se pueden replicar.
En un paciente, los investigadores fueron incapaces de detectar cualquier rastro del virus tanto en sus células sanguíneas, como en las de los intestinos o el recto. La paciente de 66 años, llamada Loreen Willenberg, suprimió de forma exitosa el virus sin medicamentos y ha participado en estudios relacionados con el VIH durante 25 años.
Aunque los científicos ya sabían de ella desde hace tiempo, la investigación sugiere que quizá está ya curada. A la fecha, sólo dos personas están consideradas como curadas del VIH y ambas lo están gracias a un trasplante de médula ósea. En caso de confirmarse que está libre del virus, Willenberg pasará a la selecta lista.
“Se la podría agregar a la lista de lo que creo que es una cura, por un camino muy diferente” en comparación con el trasplante de médula ósea, dijo la Dra. Sharon Lewin, directora del Instituto Peter Doherty para Infecciones e Inmunidad, que no participó en el estudio, al Times.
Por otro lado, la viróloga, Dra. Una O’ Doherty de la Universidad de Pensilvania y que no participó en el estudio dijo que se necesitan más datos para confirmar que Willenberg está curada funcionalmente con VIH. “Ciertamente es alentador, pero especulativo”, dijo O’Doherty al Times.
Los autores del estudio especulan que algunos de los que tomaron antivirales para tratar el VIH podrían recuperarse como Willenberg, si el virus en ellos se queda atrapado en los genes y no se puede replicar. De hecho, casi el 100% de las personas que controlan el VIH con medicamentos pueden eventualmente dejar de tomarlos y controlar el virus sin ninguna ayuda.
“Sugiere que el tratamiento en sí mismo puede curar a las personas, lo que va en contra de todos los dogmas”, dijo al Times el autor del estudio, el Dr. Steve Deeks, experto en SIDA de la Universidad de California en San Francisco.
Junto a Willenberg, el estudio incluyó a otras 63 personas que no habían tomado medicamentos. De estos 64 pacientes, 11 fueron considerados (controladores excepcionales) los cuales sólo tenían partículas virales en regiones densamente comprimidas del genoma a las que las células no pueden acceder fácilmente. Normalmente el virus secuestra la maquinaria celular para hacer proteínas y la fuerza a crear copias del mismo, pero cuando ciertos genes humanos se apoderan de los del virus, este no se puede replicar.
Al analizar las células inmunitarias de los participantes del estudio, los autores propusieron una teoría sobre cómo se atasca el virus en primer lugar. Sospechan que, en algunas personas, las células inmunitarias conocidas como células T atacan y destruyen las células infectadas que portan el VIH en porciones de fácil acceso del genoma, en regiones donde se puede copiar. El VIH permaneció intacto en las células donde quedó atrapado en regiones “bloqueadas y encerradas” del genoma, dijo al Times el autor principal, el Dr. Xu Yu, del Instituto Ragon.
“Esa es realmente la única explicación” que tienen los investigadores de por qué el virus persistiría en algunas células sin poder replicarse, dijo a The New York Times el autor del estudio, el Dr. Bruce Walker, investigador del Instituto Ragon.
Desde que presentaron los resultados de su estudio, los autores han encontrado a otras personas como Willenberg que pueden curarse eficazmente del VIH, dijo Yu a The New York Times. “Creemos que definitivamente hay muchos de ellos”, dijo. El equipo también tiene como objetivo estudiar a las personas con VIH que han tomado antivirales durante décadas, para ver si sus sistemas inmunológicos han atrapado de manera similar el virus en prisiones genéticas.
Aún así, no está claro si los hallazgos podrían traducirse en la mayoría de las personas con VIH. “El verdadero desafío, por supuesto, es cómo se puede intervenir para que esto sea relevante para los 37 millones de personas que viven con el VIH”, dijo Lewin al Times. En otras palabras, ¿podrían estos hallazgos allanar el camino hacia una cura funcional para otras personas con la enfermedad? Necesitamos más datos para estar seguros.
Fuente: Live Science.