Tanto la Antártida como Marte son lugares fríos y estériles, cubiertos de monótonos tonos blanco y rojizo respectivamente.
La vida de los científicos en la Antártida podría ayudarnos a tener una mejor idea de como será la vida de los primeros humanos que lleguen a Marte. De acuerdo con Stan Love, un antiguo astronauta de la NASA que ahora trabaja en la oficina de astronautas de la agencia, las lecciones aprendidas de la exploración antártica son el fruto de décadas de investigación buscando meteoritos en el helado suelo del continente blanco.
“Voy a hablar sobre la Búsqueda Antártica de Meteoritos, que creo que es la mejor analogía que tenemos en la Tierra para lo que será hacer un trabajo de campo en otro planeta”, dijo Love el pasado 20 de mayo en una reunión virtual de Comité de Investigación Espacial enfocada en las futuras misiones al planeta rojo. “Así que a medida que avance, piensen que lo que están viendo no está en la Tierra sino en Marte”.
Otra analogía son las parkas o chaquetones usados por los que visitan la Antártida, a los que Love comparó con los trajes espaciales, las condiciones extremas de ambos lugares no solo comprometen la salud humana sino también el equipamiento científico. Al igual que en la Antártida, la mayor parte del tiempo en Marte se pasará haciendo trabajo de campo, recolectando muestras y analizándolas, el resto del tiempo se gastará explorando el lugar y manteniendo los equipos tanto científicos como de supervivencia en buenas condiciones.
A pesar del prestigio y elegancia de los resultados publicados en las investigaciones de los científicos en la Antártida, los métodos usados y las condiciones de trabajo no son precisamente los mas glamurosos, la comida hay que someterla a un estricto racionamiento y el mundo afuera de la base es hostil e implacable y si queremos evitar mayores problemas fuera de la Tierra, es mejor que vayamos aprendiendo de las lecciones que tomamos en casa.
Fuente: Space.com