Mientras Estados Unidos, al igual que el resto del mundo, lucha para mantener a raya el coronavirus, otro virus está amenazando la población de conejos de ese país.
En siete estados del suroeste se han encontrado varios conejos muertos a causa de la extraña irrupción del virus de la neumonía hemorrágica vírica o RHDV2 por su nombre en inglés.
“Nos referimos a él como el ébola de los conejos” dijo Amanda Jones, una veterinaria de Killeen, Texas.
Si bien el virus de los conejos no está relacionado de ninguna forma con el ébola actúa de manera similar, provocando hemorragias, fallas en los órganos y finalmente la muerte. El virus causa lesiones en los conejos que conducen a hemorragias internas, normalmente solo se sabe que un conejo tiene la enfermedad después de morir, cuando el cadáver aparece con la nariz sangrante.
Desde abril, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos ha reportado casos en Arizona, California, Colorado, Nevada, Nuevo México, Texas y Utah. Partes del oeste de México también han sido golpeadas por el virus.
Esta es la cuarta vez que la presencia del virus se reporta en Estados Unidos, cuyas variedades se han reportado en casi todos los continentes desde que se informó del primer caso en China hace 35 años. Sin embargo es la primera vez que el virus ha afectado no solo a conejos domésticos sino también liebres, pikas y otros lagomorfos salvajes.
En 2018 hubo un brote del virus en Ohio que afectó a conejos mascota, luego tuvo lugar otro en el estado de Washington. A finales de febrero, mas de una docena de conejos del Centro de Medicina Aviar y Exótica en Manhattan sucumbieron a la enfermedad en medio de ataques violentos. El brote del suroeste, que apareció en Arizona y Nuevo México un mes después, no está relacionado con los tres anteriores.
Para solucionar el problema, las autoridades de Nuevo México ya tomaron medidas: si un conejo en una casa es contagiado, se aplicará la eutanasia a los otros que lo acompañen, esto ha llevado a que mataran 600 animales para evitar la propagación del virus.
Actualmente, el virus no tiene una vacuna con licencia para ser fabricada en Estados Unidos, por lo que los veterinarios han tenido que importarlas de Francia y España, proceso que debido a la burocracia puede tardar hasta un mes.
Fuente: Business Insider a través de Science Alert