Científicos resuelven misterio químico de un siglo de antigüedad

Química

Los científicos han resuelto el misterio detrás de un experimento que los asombró durante mucho tiempo, en este, a una solución de amoniaco azul se le añaden electrones, lo que resulta en una lustrosa y metálica pieza de bronce.

Un nuevo estudio revela los sutiles y pequeños detalles de esta transformación, la cual no es repentina sino gradual “Lo que hemos hecho con éxito es que hemos entendido cómo se comportan estas soluciones en una amplia gama de concentraciones utilizando una técnica de microjet”, dijo el coautor del estudio Ryan McMullen, estudiante de doctorado en química de la Universidad del Sur de Califonia. La técnica, que implica disparar cuerdas tan delgadas como un cabello a través de un vacío no había sido usada antes en el líquido lustroso.

Para transformar un compuesto no metálico como el amoniaco en una aleación metálica como el bronce, los investigadores condensaron el amoniaco, el cual es un gas a temperatura ambiente, en líquido, enfriando este a una temperatura de -33°C, luego añadieron litio, sodio o potasio, los cuales son metales alcalinos (que reaccionan violentamente al ser sumergidos en agua). Los experimentos fueron hechos en colaboración con la Academia Checa de Ciencias y el Instituto Fritz-Haber de la Sociedad Max Planck en Berlín, así como también participaron investigadores de Japón y Francia.

El resultado fue el esperado, el amoniaco empujaba los electrones del metal. Los electrones quedaban entonces atrapados entre la moléculas de amoniaco y creando de esta forma los llamados electrones solvatados que los científicos esperaban estudiar. A bajas concentraciones, el resultado era un líquido azul y no metálico, a medida que los electrones atrapados o solvatados se apilaban, la solución se transformaba en una brillante pieza de bronce.

Fuente: Live Science

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