Para encontrar vida en planetas lejanos, es posible que los astrónomos necesiten buscar puntos de color púrpura. Una nueva investigación desentraña las señales luminosas que probablemente provengan de mundos donde el oxígeno y la luz solar son escasos, como probablemente sea el caso de muchos exoplanetas descubiertos hasta ahora.
En la Tierra, el color dominante para la vida es el verde, gracias a bacterias y plantas que utilizan la clorofila verde para transformar la luz solar visible en energía. Sin embargo, en un planeta que orbita una estrella más pequeña y más tenue, es más probable que los organismos prosperen si pueden hacer funcionar su metabolismo con luz infrarroja invisible.
Las bacterias alimentadas por infrarrojos existen en muchos nichos de la Tierra, especialmente en lugares donde la luz del sol no penetra, como pantanos turbios o respiraderos hidrotermales de aguas profundas. En un nuevo estudio publicado el 16 de abril en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, Lígia Fonseca Coelho, astrobióloga de la Universidad de Cornell, y sus coautores cultivaron una muestra de estas bacterias, midieron las longitudes de onda de la luz que reflejaban y simularon cómo se verían esas firmas luminosas en varios mundos remotos. Telescopios como el Extremely Large Telescope, que está en construcción en Chile, y el Observatorio de los Mundos Habitables, que aún está en etapa de planificación, podrán buscar estos espectros de luz, dijeron los investigadores del estudio.
“Necesitamos crear una base de datos de signos de vida para asegurarnos de que nuestros telescopios no pierdan vida si no se parece exactamente a lo que encontramos a nuestro alrededor todos los días”, dijo la coautora Lisa Kaltenegger, astrónoma y directora del Instituto Carl Sagan de la Universidad de Cornell, en un comunicado.
El morado es el nuevo verde.
Las bacterias moradas pertenecen a un filo llamado Pseudomonadota y prosperan en ambientes con poco oxígeno. Coelho y sus colegas cultivaron 20 especies de bacterias púrpuras productoras de azufre y 20 especies de bacterias púrpuras no productoras de azufre. Recogieron estas especies de una variedad de entornos, incluidas colonias de laboratorio preexistentes; las aguas cercanas a Cape Cod, Massachusetts; y un estanque en el campus de Cornell en el norte del estado de Nueva York. En realidad, estas bacterias contienen numerosos pigmentos coloridos además del púrpura, incluidos carotenoides anaranjados y rojos.
Después de determinar qué longitudes de onda de luz reflejaban más intensamente estas bacterias, los investigadores simularon cómo se verían esas longitudes de onda provenientes de una variedad de exoplanetas potenciales: un entorno similar a la Tierra con un 70% de océano y un 30% de tierra, un mundo 100% oceánico, un 100% de océano y un 30% de tierra. 100% mundo helado, y un mundo bola de nieve con mitad tierra seca y mitad nieve.
“Nuestros modelos muestran que dependiendo de la cobertura superficial de la biota y la cobertura de nubes, una amplia variedad de planetas terrestres podrían mostrar signos de biopigmentos superficiales de bacterias de color púrpura”, escribieron los investigadores en su artículo. “Si bien se desconoce si la vida (o las bacterias moradas) pueden evolucionar en otros mundos, el morado podría ser el nuevo verde en la búsqueda de vida en la superficie”.
Fuente: Live Science.