China está construyendo dos veces más proyectos de energía solar y eólica que el resto del mundo

Medio ambiente

Casi dos tercios de los grandes proyectos de energía eólica y solar del mundo se encuentran en China, según un nuevo estudio del Global Energy Monitor. China tiene ahora 339 gigavatios (GW) de capacidad renovable en construcción, incluidos 159 GW de energía eólica y 180 GW de energía solar. Esta cifra es casi el doble que la del resto del mundo combinado, superando significativamente a Estados Unidos, que ocupa el segundo lugar y que está construyendo un total de 40 GW.

El rápido crecimiento de China en capacidad de energía renovable pone a nuestro alcance el objetivo global de triplicar la energía renovable para 2030, incluso descontando la energía hidroeléctrica. Beijing está en camino de cumplir su propio objetivo para 2030 de instalar 1.200 GW de energía eólica y solar para el próximo mes, seis años antes de lo previsto. El informe insta a Beijing a establecer objetivos climáticos más ambiciosos para sus próximos compromisos ante las Naciones Unidas con el fin de impulsar a otras naciones a invertir en energías renovables a un ritmo similar.

La expansión de las energías renovables en China


El auge de las energías renovables en China ha sido impulsado por un sólido apoyo gubernamental. El presidente Xi Jinping ha enfatizado la importancia de “nuevas fuerzas productivas de calidad”, que incluyen la manufactura verde. Entre marzo de 2023 y marzo de 2024, China instaló más energía solar que en los tres años anteriores combinados.

Sin embargo, estas cifras, por impresionantes que parezcan, deben ponerse en la perspectiva correcta. China es, con diferencia, el mayor emisor de emisiones de carbono del mundo. En 2020, emitió 12.300 millones de toneladas de CO2 equivalente, lo que representa el 27% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. Las emisiones de China han seguido aumentando cada año a medida que se han puesto en funcionamiento más centrales eléctricas alimentadas con carbón. El país ha experimentado un aumento de cuatro veces en las aprobaciones de nuevas centrales eléctricas de carbón entre 2022 y 2023 en comparación con los cinco años anteriores. Esta dependencia del carbón se debe en parte a las preocupaciones sobre la seguridad energética, exacerbadas por las tensiones geopolíticas y la escasez de energía.

Mientras tanto, Estados Unidos (históricamente hablando, el mayor emisor de carbono del mundo en general) ha disminuido constantemente sus emisiones de carbono cada año. En 2022, las emisiones de gases de efecto invernadero de Estados Unidos ascendieron a alrededor de 6 mil millones de toneladas métricas, una disminución del 3% en comparación con los niveles de 1990, frente a un máximo del 15,2% por encima de los niveles de 1990 en 2007.

Reducir la dependencia del carbón es clave
China pretende reducir su intensidad de carbono en un 18% y producir el 25% de su energía a partir de fuentes no fósiles para 2030, el año en que se supone que sus emisiones de carbono alcanzarán su punto máximo (técnicamente, 23 años por detrás de Estados Unidos). Las tendencias actuales indican que serán necesarios entre 1.600 GW y 1.800 GW de energía eólica y solar para lograr estos objetivos.

La clave para sacar a China de su fuerte dependencia del carbón es el acceso a una mejor tecnología de almacenamiento de energía y una mayor flexibilidad de la red. El gobierno chino ha reconocido esta necesidad e invirtió 11 mil millones de dólares en baterías conectadas a la red en 2023, un aumento del 364% con respecto al año anterior.

Hay algunas señales de progreso en este sentido. El impulso de China por la capacidad renovable ha reducido la participación del carbón en la generación de energía. En mayo, el carbón generó el 53% de la electricidad de China, frente al 60% en mayo de 2023. Las fuentes de combustibles no fósiles representaron un récord del 44% de la generación de electricidad. El país apunta a alcanzar un máximo de emisiones de carbono para 2030 y lograr emisiones netas cero para 2060.

Sin embargo, el auge de las energías renovables en China enfrenta desafíos. La red nacional todavía depende de plantas de carbón para satisfacer la creciente demanda de energía y existen dificultades para transmitir energía renovable desde regiones remotas a centros de población. A pesar de estos desafíos, la capacidad combinada de energía eólica y solar de China superará al carbón este año, lo que marcará un hito importante en su transición a la energía renovable.

Fuente: ZME Science.

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