Un manuscrito olvidado, vinculado actualmente a un joven Wolfgang Amadeus Mozart, ha resurgido en los archivos de las Bibliotecas Municipales de Leipzig. El descubrimiento añade un nuevo capítulo al ya legendario catálogo de obras clásicas del compositor austríaco.
Objetos perdidos
Este manuscrito es una copia cuidadosamente elaborada, atribuida a “Wolfgang Mozart” y datada en torno a 1780. La ausencia de su segundo nombre, Amadeus, en la firma del copista sugiere que la obra fue compuesta en un momento anterior de la vida de Mozart, tal vez antes de que cumpliera 13 años. Después de su primera visita a Italia en 1769, Mozart añadió regularmente “Amadeo” a su nombre. A partir de 1777, este se convirtió en “Amadé”.
La pieza recién descubierta, titulada “Ganz kleine Nachtmusik” o “Serenate ex C”, ha sido catalogada oficialmente en Köchel, el índice completo de las obras de Mozart, como KV 648. Es una pieza de cámara de 12 minutos en do mayor, escrita para dos violines y un bajo. La composición consta de siete movimientos cortos, que ofrecen una visión de la experimentación temprana del joven Mozart con la música de cámara.
Ulrich Leisinger, jefe de investigación de la Fundación Internacional Mozarteum, señaló que este descubrimiento es raro por múltiples razones. Mozart, en sus primeros años, era conocido principalmente por sus obras para teclado, arias operísticas y composiciones sinfónicas más extensas. Por lo tanto, este trío de cuerdas se destaca como un ejemplo de música de cámara compuesta antes de que Mozart abrazara por completo su estilo icónico.
“Sabemos por una lista elaborada por Leopold Mozart que escribió muchas otras obras de cámara en su juventud, todas ellas lamentablemente perdidas”, dijo Leisinger en un comunicado. Añadió: “Parece que, gracias a una serie de circunstancias favorables, un trío de cuerdas completo ha sobrevivido en Leipzig”.
Es probable que la pieza deba su supervivencia a la hermana de Mozart, Nannerl. Leisinger sugiere que ella podría haber conservado la obra como recuerdo, preservándola a lo largo de siglos de historia familiar hasta que finalmente fue redescubierta para nuestro disfrute.
La música, oculta durante mucho tiempo en la oscuridad, se interpretó en Salzburgo, la ciudad natal de Mozart, el jueves antes de hacer su debut en Alemania en la Ópera de Leipzig el sábado. La interpretación marca la primera vez que se recuerda que se ha escuchado esta pieza, lo que da vida a música que había estado enterrada en archivos durante siglos.
Últimamente se ha prestado mucha atención a otro compositor icónico, Ludwig van Beethoven, objeto de una nueva investigación genética el año pasado. Sin embargo, Mozart está en los titulares por una razón mucho más alegre.
Este nuevo descubrimiento plantea preguntas tentadoras. ¿Cuánto más podríamos descubrir de sus primeros años? ¿Podrían aún haber más piezas de cámara, preservadas a través de conexiones familiares u ocultas en colecciones privadas, esperando su momento a la luz?
Por ahora, KV 648 es un testimonio del genio temprano de Mozart. Incluso a una edad tierna, el joven compositor ya estaba jugando con la forma y la estructura de maneras que insinuaban la grandeza que pronto alcanzaría.
Fuente: ZME Science.