Un trasplante radical de células madre ha mejorado significativamente la visión borrosa de tres personas con graves daños en la córnea. El ensayo clínico, que tuvo lugar en Japón, es el primero de su tipo en el mundo y supone un avance significativo para la investigación con células madre.
Dos años después de la operación, no han surgido problemas graves de seguridad y, desde fuera, las tres córneas parecen mucho más transparentes que antes. En el estudio participaron cuatro participantes, todos ellos afectados por un trastorno que provoca la acumulación de tejido cicatricial en la córnea, denominado deficiencia de células madre limbares (LSCD). Si imaginamos la córnea como la “ventana transparente” situada en la parte delantera del ojo, el limbo es similar a su marco, que sujeta el cristal a la bola blanca.
Este marco crucial también contiene un abundante suministro de células madre, que están listas para reponer cualquier unidad desgastada de la córnea, como pequeños limpiaparabrisas, manteniendo el cristal libre de empañamiento a medida que envejecemos. Sin la vigilancia de la comunidad de células madre limbares, la pérdida gradual de la visión es inevitable.
En la actualidad, las personas con LSCD en un ojo pueden extirpar quirúrgicamente el tejido cicatricial y reemplazarlo por un trozo de córnea sana del otro ojo. Pero si la pérdida de células madre limbares se extiende a ambos ojos, es necesario un trasplante de un donante.
De los 12,7 millones de personas que sufren pérdida de visión relacionada con la córnea en todo el mundo, los trasplantes están disponibles para solo 1 de cada 70. Incluso para aquellos que reciben un trasplante, la supervivencia del injerto suele ser un problema; siempre existe el riesgo de rechazo. Ahí es donde entra en juego el potencial de las células madre pluripotentes inducidas (iPSC).
Estas unidades todopoderosas se convierten a partir de las células del cuerpo de cualquier humano. Una vez reprogramadas de nuevo a un estado similar al embrionario, se propagan indefinidamente, con la capacidad de cambiar de forma a cualquier tipo de célula humana adulta, incluidas las de la córnea.
En 2023, investigadores de EE. UU. anunciaron que habían utilizado células madre límbicas para restaurar la visión en dos pacientes con daño corneal hasta un año después. Ahora, los científicos del Hospital Universitario de Osaka (Japón) han ido un paso más allá y han utilizado células madre pluripotentes inducidas (iPSC), derivadas de células sanguíneas humanas sanas, para restaurar la visión.
En el laboratorio, las iPSC resultantes se convirtieron en láminas de células epiteliales corneales (iCEPS). Estas láminas se trasplantaron luego sobre la córnea de los pacientes después de eliminar el tejido cicatricial y se cubrieron con una lente de contacto protectora.
Unos siete meses después del trasplante, los cuatro pacientes mostraron mejoras en su visión. Sin embargo, un año después, la visión de la paciente 4, una mujer de 39 años con la pérdida de visión más grave de la cohorte, había vuelto a empeorar. Las mayores mejoras en la visión se observaron en los pacientes 1 y 2, una mujer de 44 años y un hombre de 66 años, respectivamente.
Los investigadores sospechan que los pacientes 3 y 4 pueden no haber mostrado la misma mejora debido a una respuesta inmunológica insidiosa al trasplante. Ninguno de los pacientes recibió medicamentos inmunosupresores, aparte de esteroides. Los investigadores ya han utilizado células madre pluripotentes inducidas (iPSC) de la propia piel de un paciente para restaurar la visión en pacientes con degeneración de la mácula (el centro de la retina), pero esta es la primera vez que los científicos han logrado una hazaña similar para esta otra forma de pérdida de visión, y sin utilizar materiales derivados de las propias células de los pacientes.
Si bien estos pequeños ensayos son extremadamente esperanzadores, estos procedimientos siguen siendo altamente experimentales y potencialmente peligrosos. Es necesario realizar mucha más investigación para evaluar su seguridad y eficacia.
“Hasta donde sabemos, este estudio proporciona la primera descripción de construcciones celulares derivadas de iPSC que se trasplantan en las córneas de los pacientes, y representa una opción de tratamiento prometedora para personas con LSCD”, concluye el equipo del Hospital Universitario de Osaka.
Ahora están planeando un ensayo clínico multicéntrico para “aprovechar los resultados alentadores”.
El estudio fue publicado en The Lancet.
Fuente: Science Alert.