El estrés infantil puede afectar al perfil epigenético de los espermatozoides. Estos resultados también pueden tener implicaciones prácticas para las generaciones futuras a través de la herencia epigenética, ya que muchas de las asociaciones epigenéticas observadas están relacionadas con el desarrollo cerebral.
Este descubrimiento se ha realizado en el estudio FinnBrain de la Universidad de Turku, Finlandia, en colaboración con investigadores de la Universidad de Copenhague, Dinamarca. El estudio se publicó en Molecular Psychiatry el 3 de enero de 2025.
La herencia epigenética se refiere a la transmisión de información sobre enfermedades adquiridas a la siguiente generación sin que esté codificada en la secuencia de ADN. Por lo tanto, los cambios causados por el entorno pueden transmitirse de generación en generación a través de los gametos. Los investigadores del estudio FinnBrain de la Universidad de Turku ya habían encontrado una asociación entre la exposición paterna al estrés en la primera infancia y el desarrollo cerebral del niño. En el estudio actual, se descubrió que el maltrato infantil estaba asociado con varias características epigenéticas de los espermatozoides que pueden mediar los efectos en el desarrollo cerebral de la descendencia, incluidos los niveles de expresión de la molécula de ARN no codificante hsa-miR-34c-5p y la metilación de los genes CRTC1 y GBX2.
“A continuación, queremos estudiar el maltrato infantil, el epigenoma de los espermatozoides y las características de la descendencia en conjunto. Demostrar la herencia epigenética en los seres humanos reescribiría las reglas de la herencia, lo que pone de relieve la necesidad de realizar más investigaciones”, afirma Jetro Tuulari, primer autor del artículo.
Aunque todas las células del cuerpo tienen los mismos genes y ADN, tienen perfiles epigenéticos distintos, que determinan su apariencia y función diferentes. La regulación epigenética permite que las células del cerebro, los músculos y la piel sean diferentes al silenciar y activar genes. Los cambios epigenéticos en los gametos tienen un papel especial, ya que también pueden afectar a las generaciones posteriores a través de la herencia epigenética.
“La herencia epigenética a través del epigenoma del esperma es un tema de investigación fascinante y los mecanismos involucrados están siendo investigados activamente en mi grupo de investigación. Actualmente hay varios proyectos que estudian el fenómeno tanto en modelos animales como en humanos. Este estudio fue el estudio humano más grande y completo realizado hasta ahora”, dice la profesora Noora Kotaja, investigadora principal del estudio.
El estudio encontró niveles más bajos de metilación del ADN del esperma en tres regiones del ADN y niveles modificados de varias moléculas pequeñas de ARN no codificante en hombres con altos niveles de maltrato infantil. Se los comparó con hombres que habían tenido pocas experiencias de maltrato, según se midió mediante cuestionarios.
En el estudio participaron un total de 55 hombres de mediana edad. En el modelo estadístico se tuvieron en cuenta muchos otros factores de salud, como la edad, el peso y el tabaquismo del encuestado.
“La cohorte FinnBrain y otros datos multigeneracionales del Centro de Investigación de la Población permitirán realizar otros estudios similares de alta calidad sobre la herencia epigenética humana. Sin embargo, la herencia de estos hallazgos aún no se ha demostrado, por lo que se necesitan más investigaciones”, afirma el profesor emérito Hasse Karlsson, que inició el estudio FinnBrain.
FinnBrain, lanzado en 2010, es un estudio de cohorte de nacimiento de la Universidad de Turku en el que participan más de 4.000 familias y cuyo objetivo es explorar los factores ambientales y genéticos que influyen en el desarrollo de un niño. El estudio de los padres de la cohorte también es una parte clave de la investigación del proyecto, y este subestudio se centra en la salud paterna en la cohorte.
Fuente: Medical Xpress.