Sabemos que el pomelo tiene numerosos beneficios para la salud, pero sus ingredientes también pueden interferir con los medicamentos habituales, potenciándolos hasta niveles peligrosos o debilitándolos hasta el punto de que ya no sean eficaces, un problema para el que una nueva investigación podría tener una solución. Son principalmente los compuestos llamados furanocumarinas dentro del pomelo los que interfieren con los medicamentos recetados (más de 100 de ellos, en el último recuento), por lo que a las personas que toman estos medicamentos a menudo se les recomienda eliminar ciertas frutas de su dieta.
Pero ¿y si eso no fuera un problema?
Un equipo del Centro Volcani en Israel decidió buscar los genes detrás de las furanocumarinas en los cítricos, el pomelo y el pomelo. Pudieron encontrar un grupo de múltiples genes en la familia de la dioxigenasa dependiente de 2-oxoglutarato (2OGD) que era responsable de producir los compuestos defensivos de las plantas.
Conocer esta información abre la posibilidad de modificar genéticamente los pomelos y pomelos chinos sin furanocumarinas. Otros cítricos, incluidas las naranjas y las mandarinas, no producen naturalmente estos compuestos.
“Esta investigación nos ayuda a entender por qué la fruta de ciertas especies de cítricos produce furanocumarinas y demuestra cómo los criadores e investigadores podrían desarrollar variedades de cítricos sin furanocumarinas”, dice el científico de plantas Yoram Eyal, del Centro Volcani.

El equipo de estudio utilizó una combinación de técnicas para identificar el grupo 2OGD, incluyendo análisis de ADN y ARN, comparaciones de genes y cruzamiento entre frutas para resaltar las variaciones en la producción de furanocumarinas. Se demostró que diferentes genes en el grupo 2OGD eran responsables de su producción en diferentes partes de la planta (como las hojas y las raíces), o bajo diferentes condiciones (como cuando los tejidos están bajo ataque). La integridad de un gen en particular, Cg2g000710, parece ser crucial en la elaboración de furanocumarinas.
Es más, una secuencia específica de ADN llamada secuencia de inserción de 655 bases parece estar alterando la actividad del gen Cg2g000710 en frutas cítricas sin furanocumarinas. Los investigadores sugieren que esto puede deberse a la evolución de estas plantas a lo largo del tiempo.
“El análisis de las secuencias genómicas y transcriptómicas de Cg2g000710 y sus ortólogos demostró un marco de lectura intacto en el transcriptoma de la hoja de pomelo ‘Hudson’ y en el genoma del pomelo”, escriben los investigadores. “En marcado contraste, la transcripción estaba completamente ausente del transcriptoma de mandarina ‘Ora’…”
Se trata de biología de alto nivel, pero la conclusión clave es que la producción de furanocumarina ha sido mapeada en frutas cítricas por primera vez. Los investigadores no intentaron producir pomelo sin furanocumarina, pero ahora tenemos el conocimiento y las herramientas que lo hacen posible.
Eso podría ayudar a prevenir algunas consecuencias bastante graves de las interacciones entre frutas y fármacos. Se necesitarán más investigaciones para investigar cómo se podrían producir estas frutas cítricas alteradas, sin afectar drásticamente su sabor ni introducir otros efectos nocivos.
“Nuestro trabajo proporciona la base para el futuro desarrollo asistido por marcadores o basado en la edición genómica de variedades de cítricos que serán seguras para el consumo por una población grande y creciente de humanos que dependen del uso de medicamentos recetados”, escriben los investigadores.
La investigación ha sido publicada en New Phytologist.
Fuente: Science Alert.