¿Por qué la orina de ballena es tan importante para la vida marina?

Biología

Incluso los biólogos solo captan una pequeña parte de la vida de las ballenas. Aún existen muchas especies cuyas vidas son en gran medida un misterio, en particular las ballenas buceadoras.

Pero los científicos están aprendiendo más sobre el papel que desempeñan las ballenas en los ecosistemas marinos y los servicios que prestan. Investigaciones recientes demuestran que incluso la orina de ballena es importante para la Tierra.

Estudios previos sugerían la importancia de las heces de ballena para los ecosistemas. Estos mamíferos gigantes transportan nutrientes desde las profundidades donde se alimentan hasta aguas poco profundas.

Este efecto se denomina “bomba de ballena” y puede aumentar la tasa fotosintética del plancton, que es la base de la red trófica. Los nutrientes no se distribuyen uniformemente en el océano y, en algunas zonas, las poblaciones de fitoplancton son limitadas debido a la escasez de elementos específicos, como el hierro.

Algunas especies de ballenas realizan largas migraciones a través del océano. Las ballenas jorobadas (Megaptera novaeangliae) realizan la migración más larga de cualquier mamífero, con unos 10.000 km, transportando nutrientes a través de las cuencas oceánicas a su paso. En cierta medida, la bomba de la ballena también influye en el ciclo y el almacenamiento del carbono.

Las ballenas también pueden contribuir al reciclaje de nutrientes en el océano al perturbar el fondo marino para alimentarse. Las ballenas grises (Eschrichtius robustus), por ejemplo, son conocidas por buscar invertebrados en el fondo marino y remover sedimentos que liberan nutrientes como nitrógeno, fósforo y hierro.

Otra área clave de investigación describe los ecosistemas de oasis que los cadáveres de ballenas proporcionan a las especies de aguas profundas, desde mixinos (Eptatretus deani) y tiburones dormilones (Somniosis pacificus) hasta crustáceos, moluscos, nematodos y bacterias. Las grandes ballenas tienen cuerpos grandes con altas cantidades de lípidos en sus huesos. Estos lípidos sirven de alimento a numerosos organismos y los cadáveres de ballenas crean miniecosistemas en las profundidades.

Pero hasta ahora no se había cuantificado otro beneficio que las ballenas aportaban a los ecosistemas: el de la orina.

Un estudio reciente publicado en Nature Communications indica que la orina de las ballenas barbadas también podría tener una función crucial en los océanos. Algunas especies de ballenas pueden producir hasta 950 litros de orina al día, lo que les permite trasladar nutrientes a zonas tropicales con bajos niveles de nutrientes. Muchas ballenas barbadas, como las jorobadas y las grises, se alimentan en regiones polares y subpolares durante el verano y luego migran en masa a zonas de reproducción ecuatoriales, a áreas relativamente pequeñas durante el invierno.

Durante la migración, las ballenas transportan detritos como placenta, orina, heces y, si mueren, cadáveres. Por ejemplo, el artículo describe cómo las ballenas grises tienden a invernar en diversas zonas de alimentación del norte del océano Pacífico y a agruparse en verano en unas pocas bahías pequeñas de la costa de California.

Los investigadores describen cómo las ballenas grises, jorobadas y francas (Eubalaena glacialis) transportan carbono y nitrógeno a los trópicos, en lo que denominan la “gran cinta transportadora de las ballenas”. A nivel mundial, para estas especies, este proceso genera más de 46.000 toneladas de biomasa (la masa total de las ballenas y los nutrientes que contienen) y casi 4.000 toneladas de nitrógeno al año, transferidas a zonas pobres en nutrientes.

La mayor parte de este transporte de nitrógeno proviene de la orina de ballena, que estimula el crecimiento del fitoplancton y la fotosíntesis. Este aumento en la tasa de fotosíntesis podría provocar la extracción de 18.180 toneladas de carbono de la atmósfera. Es probable que otras grandes ballenas barbadas también contribuyan a este efecto, pero existen menos datos sobre su distribución y ecología. Lamentablemente, el estudio estima que la caza histórica de ballenas ha reducido el transporte de nutrientes relacionado con las ballenas a casi un tercio de su potencial anterior.

Otros animales que desempeñan un papel crucial en el flujo de nutrientes también han sufrido los efectos de las actividades humanas. Las aves marinas y los peces que migran del mar a cuerpos de agua dulce tienen un efecto significativo en la transferencia de fósforo del mar a la tierra, que también es un nutriente importante para la fotosíntesis.

Los osos, las nutrias, las águilas y otros depredadores que se alimentan de peces que migran río arriba desde el mar participan en el transporte de nutrientes del océano a la tierra a través de sus heces. Los alces también son importantes portadores de nutrientes y se sabe que transfieren grandes cantidades de los ecosistemas acuáticos a los terrestres al alimentarse de plantas.

Los hipopótamos que pastan también transfieren nutrientes en sentido inverso de los sistemas terrestres a los acuáticos. Sin embargo, estos grandes animales generalmente no alcanzan a las ballenas en cantidad ni en escala geográfica.

Hoy en día, las ballenas enfrentan numerosas amenazas para su supervivencia, como colisiones con barcos, contaminación, pesca deficiente y el cambio climático. Este estudio reciente demuestra la importancia de proteger a las ballenas y el océano en el que viven.

La contribución de estos animales a la solución de nuestra crisis climática mediante el estímulo de la fotosíntesis es objeto de debate, y su capacidad para equilibrar el presupuesto global de carbono ante las emisiones humanas podría ser insignificante. Sin embargo, cuanto más aprendemos sobre estos gigantes oceánicos, mejor comprendemos la importancia de las ballenas para los ecosistemas marinos.

Fuente: Phys.org.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *