Las plantas pueden “escuchar” a los polinizadores y producir más néctar cuando están cerca

Biología

Solemos pensar que las plantas son estáticas e inmutables. Lo que les sucede, simplemente lo absorben. Pero no es así ni de lejos. Las plantas no solo captan señales de su entorno, sino que reaccionan y se adaptan a ellas.

Un ejemplo concreto: cuando las plantas “escuchan” a los polinizadores, aumentan su volumen de azúcar y néctar e incluso cambian su expresión genética.

¿Polinizadores? Por aquí.

Cuando los polinizadores eligen flores, usan más que solo la vista. Emplean todos sus sentidos, y hasta ahora casi habíamos ignorado las vibraciones.

“La coevolución entre plantas y polinizadores se ha estudiado principalmente mediante la evaluación de la producción y percepción de señales visuales y olfativas, a pesar de la creciente evidencia de que tanto los insectos como las plantas pueden detectar y producir, o transmitir, señales vibroacústicas”, afirma Francesca Barbero, profesora de zoología en la Universidad de Turín. Barbero y sus colaboradores (una combinación interdisciplinaria de entomólogos, ingenieros de sonido y fisiólogos vegetales) estudiaron estas señales para desarrollar métodos no invasivos y eficientes para monitorear las comunidades de polinizadores.

Recientemente, se propusieron probar una idea simple pero provocativa: ¿pueden las plantas realmente escuchar a sus polinizadores?

Las plantas, obviamente, no tienen oídos ni sistema nervioso. Pero sí cuentan con varios mecanorreceptores especializados. Estos receptores se especializan en estímulos externos como las vibraciones, incluso las producidas por el aleteo o el zumbido de una abeja. Esta capacidad de detección de vibraciones, en teoría, les daría a las plantas la oportunidad de responder a polinizadores específicos en tiempo real.

Una planta boca de dragón, como la utilizada en el estudio.

Eligieron la boca de dragón común (Antirrhinum majus) como sujeto de prueba y reprodujeron grabaciones del zumbido de las abejas cerca de las flores utilizando un equipo de sonido delicado. En concreto, utilizaron los sonidos de Rhodanthidium sticticum, una especie de abeja que se adapta bien a la estructura floral de las bocas de dragón y es conocida por ser un polinizador eficaz.

Las plantas reaccionan

La respuesta no fue genérica. Cuando el equipo reprodujo grabaciones de otros insectos (como avispas no polinizadoras) o sonidos ambientales de fondo, las flores no reaccionaron de la misma manera.

Esa estrategia podría ser de naturaleza evolutiva. Una planta capaz de detectar el zumbido de un polinizador confiable podría usar esa señal para ofrecer una recompensa más atractiva, incitando al insecto a permanecer más tiempo, aumentando así las probabilidades de una polinización exitosa.

“La capacidad de discriminar a los polinizadores que se acercan basándose en sus distintivas señales vibroacústicas podría ser una estrategia adaptativa para las plantas”, afirmó Barbero. “Al responder a su señal vibroacústica adecuada —por ejemplo, la de un polinizador eficiente—, las plantas podrían mejorar su éxito reproductivo si sus respuestas impulsan modificaciones en el comportamiento de los polinizadores”.

Sin embargo, no está claro si esta estrategia realmente funciona. Tampoco está claro si todas las plantas o solo algunas lo hacen.

El equipo ahora explora esta y otras preguntas. ¿Pueden los sonidos generados por las plantas influir en el comportamiento de los insectos? ¿Podrían ciertos sonidos repeler a los ladrones de néctar (especies que roban néctar sin ofrecer polinización a cambio)? ¿Y qué sucede cuando una flor se expone al zumbido de diferentes polinizadores?

Potencial de “audición” de las plantas

Este sorprendente comportamiento vegetal, revelado esta semana en la 188.ª Reunión de la Sociedad Acústica de América en Nueva Orleans, se suma a la creciente evidencia de que las plantas no son los elementos verdes pasivos que solemos imaginar. En cambio, están alertas, responden y están sorprendentemente en sintonía con el mundo que las rodea, incluyendo, al parecer, el sonido de sus polinizadores. Podría incluso haber una posible aplicación práctica de esto.

“Si se confirma esta respuesta de los insectos, los sonidos podrían utilizarse para tratar plantas y cultivos económicamente relevantes y aumentar la atracción de sus polinizadores”, afirmó Barbero.

Los resultados aún no han sido publicados en una revista revisada por pares.

Fuente: ZME Science.

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