Lo inevitable ha ocurrido. Un pedazo de basura espacial demasiado pequeño como para ser rastreado golpeó y dañó parte de la Estación Espacial Internacional, es decir, el brazo robótico Canadarm2.
El instrumento aún está operativo, pero el objeto perforó la manta térmica y dañó el brazo debajo. Es un recordatorio aleccionador de que el problema de la basura espacial de la órbita terrestre baja es una bomba de tiempo.
Evidentemente, las agencias espaciales de todo el mundo son conscientes del problema de los desechos espaciales. Se están rastreando más de 23,000 piezas en órbita terrestre baja para ayudar a los satélites y la ISS a evitar colisiones, pero todas son del tamaño de una pelota de béisbol o más grandes. Cualquier cosa por debajo de ese tamaño es demasiado pequeña para rastrearla, pero viajar a velocidades orbitales aún puede causar un daño significativo, incluido perforar placas de metal.
Canadarm2, conocido formalmente como el Sistema de Manipulador Remoto de la Estación Espacial (SSRMS), diseñado por la Agencia Espacial Canadiense, ha sido un elemento fijo en la estación espacial durante 20 años. Es un brazo robótico de titanio con múltiples articulaciones que puede ayudar a maniobrar objetos fuera de la ISS, incluidos los transbordadores de carga, y realizar el mantenimiento de la estación.
No está claro exactamente cuándo ocurrió el impacto. Los daños se notaron por primera vez el 12 de mayo, durante una inspección de rutina. La NASA y la CSA trabajaron juntas para tomar imágenes detalladas y evaluar el daño.
“A pesar del impacto, los resultados del análisis en curso indican que el desempeño del brazo no se ve afectado”, escribió la CSA en una publicación de blog. “El daño se limita a una pequeña sección de la pluma del brazo y la manta térmica. Canadarm2 continúa llevando a cabo sus operaciones planificadas”.
Aunque la ISS parece haber tenido suerte esta vez, el problema de los desechos espaciales parece estar aumentando. El año pasado, la ISS tuvo que realizar tres maniobras de emergencia para evitar colisiones con desechos espaciales a una altitud de unos 400 kilómetros.
Desde el lanzamiento del Sputnik 1 en 1957, los desechos espaciales se han ido acumulando. Según un informe de la Agencia Espacial Europea, se estima que 130 millones de fragmentos de material antropogénico de menos de un milímetro están orbitando la Tierra en este momento. Esa estimación no incluye el polvo espacial natural.
“Para seguir beneficiándonos de la ciencia, la tecnología y los datos que aportan las operaciones en el espacio, es vital que logremos un mejor cumplimiento de las directrices de mitigación de desechos espaciales existentes en el diseño y las operaciones de naves espaciales”, dijo el año pasado el director de la Oficina de Desechos Espaciales de la ESA, Tim Florer.
“No se puede enfatizar lo suficiente, esto es esencial para el uso sostenible del espacio”.
Las operaciones de robótica en la ISS utilizando el Canadarm2 continuarán según lo planeado para el futuro cercano, dijo la CSA. Pero ambas agencias espaciales continuarán recopilando datos para realizar un análisis del evento, tanto para comprender cómo ocurrió como para evaluar el riesgo futuro.
Fuente: Science Alert.