Las abejas juegan un papel importante en materia ambiental. Ahora, un nuevo estudio revela que la economía estadounidense se beneficia con la presencia de estos insectos, al polinizar unos pocos cultivos, hay un aporte anual de US$1,5 mil millones.
Analizando la producción de 131 granjas comerciales en Estados Unidos y Canadá, los científicos demostraron que en áreas de agricultura intensiva en las que las abejas melíferas son abundantes, las silvestres ayudan de igual forma en la producción de comida.
En el pasado se creía que la importancia económica de estos insectos radicaba más en las variedades melíferas que en las silvestres.
“Descubrimos que la abundancia de abejas silvestres en las flores de cultivo en las principales regiones productoras de EE. UU. Es mayor de lo que se pensaba anteriormente”, escriben los autores del nuevo estudio. “Esto, combinado con la mayor eficiencia de polinización de muchas abejas nativas hace que su importancia en la polinización agrícola esté más en línea con las estimaciones anteriores de otras partes del mundo que con las estimaciones anteriores de los Estados Unidos”.
Cinco de los siete cultivos estudiados produjeron más frutas, nueces y vegetales al ser polinizados por más abejas, lo que significa que, incluso en los lugares con abejas melíferas, la presencia de especies silvestres se traduce en más ganancias para los agricultores.
Entre los cultivos que dependen en gran medida de la polinización están los arándanos, las manzanas, las cerezas, las almendras, las sandías y las calabazas. En muchos de estos, las abejas silvestres aportan más polen que las melíferas, entre 1,5 a 2 veces más en los cultivos de manzanas.
El problema es que estos insectos están en peligro. Durante el siglo pasado, la mitad de especies nativas en el medio oeste de Estados Unidos desaparecieron. Al enfocarse en las grandes granjas comerciales, el nuevo estudio explora el enorme impacto económico que causaría la desaparición completa de estas especies.
Para protegerlas, debemos orientar esfuerzos de conservación, algunas prácticas agrícolas son dañinas para las abejas silvestres y los agricultores no se dan cuenta que el daño que les hacen a ellas se refleja de forma negativa en sus bolsillos.
Fuente: Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences a través de Science Alert.