Huellas antiguas revelan cacerías familiares neandertales en las playas

Biología

Huellas antiguas halladas cerca de las costas del Algarve portugués nos brindan nuevas perspectivas sobre la vida de los neandertales costeros. Un estudio internacional dirigido por Carlos Neto de Carvalho, de la Universidad de Lisboa, y el Geoparque Mundial de la UNESCO Naturtejo, ha revelado cómo las familias neandertales podrían haber cazado juntas en la playa.

Si bien se sabe que los neandertales explotaron las zonas costeras, la evidencia directa de sus actividades es escasa. Esta nueva investigación contribuye a llenar algunos vacíos en nuestro conocimiento.

“Este estudio proporciona la primera evidencia directa de la actividad neandertal en la costa atlántica portuguesa, revelando su uso de los paisajes de dunas para el movimiento y posiblemente la caza, y destacando la diversidad ecológica de su dieta y comportamiento”, escribieron los autores en su estudio, publicado en Scientific Reports.

Las huellas fosilizadas se descubrieron en dos yacimientos. La más antigua es una única huella procedente de Praia do Telheiro, con una antigüedad estimada de unos 82.000 años. El conjunto más reciente, de unos 78.000 años, consta de diez huellas dejadas en una duna por tres individuos en el cercano Monte Clérigo.

Aunque es difícil distinguir las huellas neandertales de las modernas, los científicos están convencidos de su origen antiguo. Utilizaron una técnica de datación llamada Luminiscencia Ópticamente Estimulada (OSL) para determinar la edad precisa de las capas que contienen las huellas.

Entrando en el pasado

Las huellas antiguas son una valiosa ventana al pasado. Nos revelan mucho sobre el tamaño corporal, la anatomía, la ubicación, la marcha y el comportamiento grupal. Basándose en el tamaño y la forma de las huellas en las dunas, los autores del estudio determinaron que el trío incluía un hombre adulto de entre 1,69 y 1,73 metros, un niño de entre 7 y 9 años y un niño pequeño menor de 2 años.

La presencia de huellas de ciervo rojo en la misma duna sugiere que la familia lo cazaba. Las dunas son un entorno ideal para acechar y emboscar presas. El paisaje accidentado, con sus picos, valles y laderas, proporciona una excelente cobertura. Esto permite a los cazadores acercarse a sus presas sin ser detectados.

Aunque no podemos saber con certeza si el niño más pequeño participaba o simplemente acompañaba el paseo, los investigadores creen que cazar en la playa pudo haber sido una actividad familiar. Los autores también especulan que esta zona probablemente estaba cerca de un campamento neandertal. Este estudio, junto con descubrimientos previos de cuevas costeras y sitios al aire libre de neandertales, refuerza la idea de que los neandertales hicieron un uso extensivo o estacional de los entornos costeros.

Fuente: Phys.org.

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