En 2013 un coleccionista estadounidense robó un cráneo de las catacumbas de Susa en Túnez, el lugar de entierro de cristianos más antiguo del mundo, y lo puso en venta por US$550 en un grupo de Facebook.
Los otros miembros del grupo mostraron su entusiasmo por la pieza. Sin embargo, este no era tan privado como sus miembros creían, un reportero de Live Science se infiltró en estos grupos y durante 10 meses recolectó información sobre ellos.
La investigación llevada a cabo por el portal reveló que hay un mercado negro entero de restos humanos robados que no se sabe de dónde vienen, si bien en el caso del principio el sujeto admitió abiertamente que había robado el cráneo, muchas veces no se sabe como los vendedores obtuvieron las piezas, lo que siembra dudas de cuántos de estos restos han sido robados o saqueados.
Muchos países incluyendo Túnez han prohibido el saqueo de tumbas y sitios arqueológicos. “En Estados Unidos no hay una ley en ningún estado que permita la venta de este tipo de objetos. Por el contrario en muchos estados está prohibido de manera explícita”. dijo Tanya Marsh, experta en derecho concerniente a asuntos fúnebres de la Escuela de Leyes de Wake Forest en Carolina del Norte. En los grupos privados muchas personas han dicho que obtienen los huesos de escuelas de medicina, pero incluso si esas afirmaciones fueran verdad “no hay excepciones para restos humanos, incluso si hay documentación de que son de la colección de una escuela de medicina o museo” aseguró Marsh.
“Es dudoso que cualquier persona, incluso aquellos que donan sus restos para la ciencia, alguna vez quisiera ser o esperaba ser una curiosidad personal para un individuo” escribieron Ryan Seidemann y Christine Halling en un correo conjunto a Live Science. Ambos trabajaron en la oficina del fiscal general de Luisiana en la división civil de la Sección de Tierras y Recursos Naturales, Seidemann lideraba la división y Halling era arqueóloga.
“Aún más claros son los restos humanos que derivan de tumbas o entierros. Aquellas personas destinadas a que sus restos permanecieran en su lugar de enterramiento. La violación de esta intención con el propósito de buscar poseer o poseer los restos en privado es una violación legal y ética”. dijeron Seidemann y Halling, “Las implicaciones legales y éticas son claras en nuestra opinión: no hay necesidad o justificación para que un individuo posea restos humanos, ya sean estos de adultos o niños “.
El vendedor de la calavera de las catacumbas de Susa reside en el estado de Washington y ha vendido varios restos humanos en grupos privados de Facebook. Cuando Live Science quiso contactar con él no respondió a sus preguntas y la publicación fue eliminada.
Ni el Ministerio de Cultura de Túnez ni unos pocos arqueólogos del país africano respondieron alguna pregunta acerca del robo del cráneo en Susa.
Fuente: Live Science.