Por primera vez, la enrejada estructura de virus como el VIH que permite la formación de estos ha demostrado ser un proceso dinámico y movible. Esto le da a los investigadores una mejor visión que les permitiría desarrollar tratamientos que bloqueen el desarrollo de nuevos agentes infecciosos de este tipo.
Usando modelos en conjunto con una técnica de microscopio llamada Microscopio Interferométrico de Localización Foto-Activada (iPALM por sus siglas en inglés), los científicos visualizaron en tiempo real como las partículas similares al virus adquieren su forma. Esto va más allá de las limitaciones del microscopio de electrones, con el cual había que congelar la muestra para poderla analizar.
“Además del virus, una de las principales implicaciones del método es que puedes ver cómo se mueven las moléculas en una célula”, dijo el físico e investigador en jefe Ipsita Saha de la Universidad de Utah, en Estados Unidos. “Puedes estudiar cualquier estructura biomédica con esto”.
En el estudio, Saha y su supervisor, Saveez Saffarian examinaron la configuración molecular de las estructuras proteicas que permiten a los viriones (partículas víricas independientes) madurar.
“Los virus son entidades que no pueden replicarse por sí mismas”, explicó Saha en abril, “por lo que secuestran la maquinaria celular para replicar, volviendo la célula contra sí misma”.
Debido a las limitaciones de los microscopios, se creía que la estructura enrejada era algo estático. Pero este nuevo estudio permite a los investigadores entender como funciona la dinámica formación de los virus.
Si los futuros trabajos pueden replicar estas estructuras dinámicas en el VIH, podemos entender mejor la maduración molecular de este virus y aprender cómo reducir su potencial infeccioso.
Fuente: Biophysical Journal a través de Science Alert.