Un paleontólogo, un médico patólogo y un cirujano ortopédico caminaron por un museo. Ahora, un equipo de investigación conformado por ellos ha podido diagnosticar el primer caso confirmado de cáncer de huesos en un dinosaurio.
El ejemplar estudiado es uno de la especie Centrosaurus apertus, un herbívoro con cuernos que vivió hace 76 millones de años.
La primera impresión que dejó fue la de una fractura mal curada que había degenerado en un tumor en el espinazo, en la parte superior de este hueso. El dinosaurio fue diagnosticado con osteosarcoma, el cual es el tipo de cáncer de huesos más común en humanos.
“Aquí, mostramos la firma inconfundible del cáncer de hueso avanzado en un dinosaurio con cuernos de 76 millones de años, el primero de su tipo”, dijo el patólogo Mark Crowther. “Es muy emocionante”.
En los humanos, los osteosarcomas afectan el crecimiento. Si hay metástasis, el tumor se expande a otras partes del cuerpo, incluyendo los pulmones y el cerebro.
Por curiosos que seamos sobre la evolución de enfermedades como el cáncer, los tejidos blandos como tendones, ligamentos, médula ósea y tumores, rara vez se conservan en los fósiles. Dados unos años, y mucho menos un millón, estos tejidos se perderían. Entonces, incluso si los dinosaurios fueran atacados regularmente por el cáncer, cualquier muestra de diagnóstico será difícil de encontrar.
Esta no es la primera vez que se diagnostica cáncer a un dinosaurio. A un hadrosaurio se le diagnosticó Histiocitosis de células de Langerhans. Si bien los científicos no estuvieron de acuerdo en cómo se manifestaba, en la investigación reciente se supo que el tumor era maligno.
El ejemplar estudiado fue desenterrado en 1989 en Alberta, Canadá en 1989, luego fue guardado en el Museo Real Tyrrel de paleontología en Calgary. No fue sacado de ahí hasta ahora, cuando se procedió con el análisis.
Para el estudio se le hizo una TAC al animal. Las imágenes resultantes mostraban como el tumor se expandía por los huesos. De hecho, la expansión fue muy grande, lo que sugiere que el dinosaurio vivió con el tumor durante mucho tiempo.
“Este descubrimiento nos recuerda los vínculos biológicos comunes en todo el reino animal y refuerza la teoría de que el osteosarcoma tiende a afectar los huesos cuando y donde crecen más rápidamente”, dijo Seper Ekhtiari, cirujano ortopédico en formación en la Universidad McMaster de Toronto, quien examinó el fósil.
Los científicos pensaron que al estar tan avanzado el tumor, este se había expandido a otras partes del cuerpo. Sin embargo, debido a que no se encontraron muestras de tejido esto no se pudo confirmar.
Los investigadores también creen que el ejemplar no murió a causa del cáncer sino ahogado en una inundación, puesto que fue encontrado con otros ejemplares de su misma especie.
“La evidencia sugiere que las neoplasias malignas, incluidos los cánceres de hueso, están muy arraigadas en la historia evolutiva de los organismos”, concluyeron los autores. Sí, incluso los dinosaurios.
Fuente: The Lancet Oncology a través de Science Alert.