Buzos encuentran una máquina enigma nazi en el Báltico

Tecnología

Los buzos alemanes que recientemente sacaron una máquina de cifrado Enigma del Mar Báltico, utilizada por los nazis para enviar mensajes codificados durante la Segunda Guerra Mundial, entregaron su raro hallazgo a un museo para su restauración el viernes.

La legendaria máquina de códigos fue descubierta el mes pasado durante una búsqueda de redes de pesca abandonadas en la bahía de Gelting, en el noreste de Alemania, por buzos asignados al grupo ambientalista WWF.

“Un colega se acercó nadando y dijo: allí hay una red con una vieja máquina de escribir”, dijo Florian Huber, el buzo principal, a la agencia de noticias DPA.

El equipo rápidamente se dio cuenta de que habían tropezado con un artefacto histórico y alertó a las autoridades.

Ulf Ickerodt, jefe de la oficina arqueológica estatal en la región alemana de Schleswig-Holstein, dijo que la máquina sería restaurada por expertos en el museo de arqueología del estado.

El delicado proceso, que incluye un completo proceso de desalinización después de siete décadas en el fondo del mar Báltico, “llevará alrededor de un año”, dijo.

Después de eso, el Enigma se exhibirá en el museo.

El historiador naval Jann Witt de la Asociación Naval Alemana le dijo a DPA que cree que la máquina, que tiene tres rotores, fue arrojada por la borda desde un buque de guerra alemán en los últimos días de la guerra.

Es menos probable que provenga de un submarino hundido, dijo, porque los submarinos de Adolf Hitler usaban las más complejas máquinas Enigma de cuatro rotores.

Las fuerzas aliadas trabajaron incansablemente para descifrar los códigos producidos por la máquina Enigma, que se cambiaban cada 24 horas.

El matemático británico Alan Turing, considerado el padre de la informática moderna, encabezó un equipo en el Bletchley Park de Gran Bretaña que descifró el código en 1941.

El avance ayudó a los aliados a descifrar mensajes de radio cruciales sobre los movimientos militares alemanes. Los historiadores creen que acortó la guerra en unos dos años.

La historia se convirtió en una película de 2014 llamada “El juego de la imitación”, protagonizada por el actor británico Benedict Cumberbatch, nominado al Oscar, como Turing.

Fuente: Science Alert.

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