Los pastos marinos submarinos en las áreas costeras parecen atrapar trozos de plástico en haces naturales de fibra conocidos como ‘bolas de Neptuno’, dijeron investigadores el jueves.
Sin la ayuda de los humanos, las plantas oscilantes, ancladas a fondos marinos poco profundos, pueden recolectar casi 900 millones de artículos de plástico solo en el Mediterráneo cada año, informaron en la revista Scientific Reports.
“Demostramos que los desechos plásticos en el lecho marino pueden quedar atrapados en los restos de pastos marinos y eventualmente dejar el medio marino a través del varado”, dijo a la AFP la autora principal Anna Sánchez-Vidal, bióloga marina de la Universidad de Barcelona.
Esta limpieza accidental “representa una purga continua de desechos plásticos del mar”, agregó.
Agregue el control de la contaminación, entonces, a la larga lista de servicios que brinda el pasto marino, para los ecosistemas oceánicos y los humanos que viven cerca de la orilla del agua.
Hay unas 70 especies de pastos marinos, agrupadas en varias familias de plantas con flores que, originalmente en tierra, recolonizaron el océano hace unos 80 a 100 millones de años.
La mayoría de las especies, que crecen desde el Ártico hasta los trópicos, tienen hojas largas parecidas a hierba que pueden formar vastas praderas submarinas. Sin embargo, son más que bonitos. Desempeñan un papel vital en la mejora de la calidad del agua, absorben CO2 y exudan oxígeno, y son un vivero y refugio natural para cientos de especies de peces.
También son la base de las redes alimentarias costeras.
1.500 bits por kilo
Al anclar aguas poco profundas, ayudan a prevenir la erosión de las playas y amortiguan el impacto de las destructivas marejadas ciclónicas.
Para comprender mejor las capacidades de empaquetado de plástico de las hierbas marinas, Sánchez-Vidal y su equipo estudiaron una especie que solo se encuentra en el mar Mediterráneo, Posidonia oceanica.
En 2018 y 2019, contaron la cantidad de partículas de plástico encontradas en las bolas de mar que habían aparecido en cuatro playas de Mallorca, España, que tiene grandes praderas de pastos marinos en alta mar.
Había restos de plástico en la mitad de las muestras de hojas sueltas de pastos marinos, hasta 600 bits por kilo de hojas.
Solo el 17% de la fibra de pastos marinos más apretada conocida como bolas de Neptuno contenía plástico, pero a una densidad mucho más alta, casi 1.500 piezas por kilo de bola de mar.
Utilizando estimaciones de la producción de fibra de pastos marinos en el Mediterráneo, los investigadores calcularon la cantidad de plástico que podría filtrarse en toda la cuenca. Los orbes ovalados, la forma de una pelota de rugby, se forman a partir de la base de las hojas que han sido trituradas por la acción de las corrientes oceánicas pero que permanecen adheridas a los tallos, llamados rizomas. A medida que se entierran lentamente por sedimentación, las vainas de las hojas dañadas forman fibras rígidas que se entrelazan formando una bola, acumulando plástico en el proceso.
“No sabemos a dónde viajan”, dijo Sánchez-Vidal. “Solo sabemos que algunos de ellos quedan varados durante las tormentas”.
Fuente: Science Alert.