Las variantes del coronavirus de rápida propagación y de reciente aparición podrían reducir los efectos protectores de dos vacunas líderes.
Michel Nussenzweig de la Universidad Rockefeller en la ciudad de Nueva York y sus colegas analizaron la sangre de 20 voluntarios que recibieron dos dosis de la vacuna desarrollada por Moderna o de la desarrollada por Pfizer – BioNTech. Ambas vacunas llevan instrucciones de ARN que inducen a las células humanas a producir la proteína de punta que el virus usa para infectar las células. Esto hace que el cuerpo genere moléculas inmunes llamadas anticuerpos que reconocen la proteína de pico.
De tres a 14 semanas después del segundo pinchazo, los participantes del estudio desarrollaron varios tipos de anticuerpos, incluidos algunos que pueden bloquear el SARS-CoV-2 para que no infecte las células. Algunos de estos anticuerpos neutralizantes fueron tan efectivos contra los virus que portaban ciertas mutaciones en la proteína de la espiga como contra las formas generalizadas del virus. Pero algunos fueron solo un tercio más efectivos para bloquear las variantes mutadas.
Algunas de las mutaciones que el equipo probó se han visto en variantes de coronavirus que se identificaron por primera vez en el Reino Unido, Brasil y Sudáfrica; al menos una de estas variantes se transmite más fácilmente que otras formas del virus que ahora están en amplia circulación.
Los hallazgos sugieren que podrían surgir variantes resistentes a la vacuna, lo que significa que las vacunas COVID-19 podrían necesitar una actualización. Aún no han sido revisados por pares.
Fuente: Nature.