Vivir con demasiadas cosas dentro de un apartamento pequeño suena como un elemento básico de la vida moderna, pero algunas personas lo llevan demasiado lejos. Adquirir una cantidad excesiva de artículos y almacenarlos de forma caótica tiene un nombre: acaparamiento. Incluso se reconoce como un trastorno clínico de salud mental y generalmente se asocia con resultados negativos en términos de calidad de vida. Pero los trastornos de salud mental rara vez ocurren en un vacío completo y, a menudo, se asocian con otros trastornos. Por lo tanto, podría no ser sorprendente saber que las personas diagnosticadas con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) también tienen más probabilidades de ser acumuladores, según un nuevo estudio.
Presta atención al desorden que te rodea
El acaparamiento, una afección de salud mental que se reconoció formalmente recientemente, en 2013, cuando se agregó al DSM-5 (el manual principal de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría para diagnosticar afecciones de salud mental), implica la necesidad compulsiva de guardar objetos, muchos de los cuales pueden describirse como meras baratijas o incluso basura, como periódicos viejos. A veces, el acaparamiento de animales está involucrado. En la mente del acumulador, una pregunta surge una y otra vez cada vez que se encuentra con un objeto: ¿Qué pasa si algún día lo necesito? Pero eso rara vez sucede. En cambio, la casa del acaparador se convierte en un almacén inhabitable, con apenas espacio suficiente para moverse, pero siempre suficiente para la próxima cosa brillante.
Los acaparadores experimentan una gran ansiedad cuando intentan desechar artículos y les resulta difícil organizar sus posesiones, lo que explica por qué algunas de sus casas parecen un desastre claustrofóbico. Este comportamiento puede tener efectos nocivos graves tanto para el acumulador como para los miembros de su familia, como angustia emocional, aislamiento social, problemas financieros e incluso consecuencias legales, todo dependiendo de la gravedad de la afección.
Este estudio preliminar encontró que alrededor del 20% de los participantes con TDAH informaron síntomas significativos de acaparamiento en comparación con solo el 2% en el grupo de control, lo que se acerca al 2,5% de prevalencia del trastorno de acaparamiento informado anteriormente en la población general. Los pacientes con los síntomas de acumulación más graves también tenían probabilidades de sufrir ansiedad y depresión.
Este es el primer estudio que encontró una asociación entre el TDAH y el trastorno de acumulación, por lo que se justifica una mayor investigación. Esto también es importante desde el punto de vista de la terapia, ya que el trastorno de acumulación es muy difícil de abordar, particularmente porque las personas con esta afección rara vez son conscientes de que tienen un problema. Los acaparadores rara vez reconocen o aceptan que pueden estar sufriendo de una condición mental, o simplemente le restan importancia.
Por ejemplo, un aspecto significativo de este estudio es que la edad promedio de los participantes con TDAH y trastorno de acaparación fue de 30 años, con ambos géneros igualmente representados. Esto desafía la imagen popular de una anciana rodeada por una montaña de basura y una docena de gatos. Las intervenciones futuras pueden diseñarse para abordar tanto el TDAH como los trastornos de acumulación en personas más jóvenes antes de que sus efectos se precipiten a medida que el paciente envejece.
Los hallazgos se informaron en el Journal of Psychiatric Research.
Fuente: ZME Science.