El término “dolores de crecimiento” se ha utilizado durante cientos de años para describir las sensaciones de dolor que experimentan muchos niños en el curso de su desarrollo. Sin embargo, para un concepto tan ampliamente aceptado, sorprendentemente hay poco para definir el diagnóstico. De hecho, el término es tan simplista que algunos investigadores dicen que prácticamente no tiene sentido.
Una revisión reciente de la literatura sobre dolores de crecimiento no encontró consenso científico sobre ningún aspecto de la afección, incluido cuándo comienza el dolor, dónde ocurre, con qué frecuencia duele, cuánto duele o incluso por qué. Entre los 145 estudios revisados por pares incluidos en la revisión, hubo mucho desacuerdo.
Algunos estudios fijaron la ubicación de los dolores de crecimiento en las piernas. Otros a los brazos. Algunas investigaciones dijeron que el dolor se presentaba en ambos lados del cuerpo. Otros dijeron que estaba aislado a uno solo. Casi el 40% de la investigación ni siquiera se molestó en mencionar dónde se encontraba el dolor.
Además, el 83 % de los estudios no hizo referencia a la edad de inicio, lo que dificulta determinar qué aspectos del desarrollo infantil podrían estar desencadenando el dolor. De hecho, solo el 5% de los estudios mencionaron crecimiento.
“Esta falta de claridad, junto con la opinión generalmente aceptada de que se desconoce la fisiopatología, plantea la posibilidad de que ‘dolores de crecimiento’ sea un nombre inapropiado”, escriben los autores de la revisión.
Esto probablemente no haya causado mucho daño, dado que los dolores de crecimiento parecen ser benignos y tratables, pero es sorprendente notar que una condición tan comúnmente citada sigue envuelta en tanto misterio y mito. Debido a que los científicos saben tan poco al respecto, los autores de la revisión dicen que los médicos e investigadores deben ser específicos sobre sus criterios clínicos al diagnosticar a alguien con dolores de crecimiento.
Los autores tampoco son los primeros en criticar la confusión de la condición. Otros investigadores en el pasado se han preguntado si los dolores de crecimiento son simplemente un diagnóstico de exclusión, después de que se hayan tenido en cuenta todos los demás tipos de condiciones de dolor conocidas.
Un estudio reciente que trató de usar una definición clara y consistente de los dolores de crecimiento encontró que hasta el 37% de los padres informaron que sus hijos de 4, 5 y 6 años experimentaban dolor recurrente en las piernas. Las medidas subjetivas, como el autoinforme, pueden dejar mucho espacio para la interpretación, pero resultados como estos sugieren que hay una gran cantidad de niños pequeños que sufren algún nivel de dolor en las extremidades.
Si la condición, de hecho, tiene una base fisiológica distinta, entonces no sabemos casi nada al respecto. A lo largo de los años, los investigadores han presentado numerosas explicaciones para los dolores de crecimiento, desde el estrés hasta la anatomía y la nutrición, aunque ninguna ha sido probada a fondo.
“Hay una falta de evidencia o información inconsistente sobre los dolores de crecimiento como una condición, y cómo se asocia con el crecimiento, o incluso la causa del dolor”, dice la fisioterapeuta Mary O’Keeffe de la Universidad de Sídney.
“Existe una oportunidad real de comprender esta condición, dado lo generalizado que está el uso del término, o incluso si existe la necesidad de usar este término”.
Se lo debemos a los niños para hacer un poco más de investigación.
El estudio fue publicado en Pediatrics.
Fuente: Science Alert.