Un meteorito de 4600 millones de años podría revelar el origen del agua en la Tierra

Geología

Un antiguo meteorito que se estrelló en un camino de entrada en el Reino Unido puede haber resuelto el misterio de dónde vino el agua de la Tierra. La roca espacial de 4.600 millones de años, que aterrizó frente a una casa familiar en la ciudad inglesa de Winchcombe en febrero de 2021, contiene agua que se parece mucho a la composición química del agua que se encuentra en la Tierra, lo que presenta una posible explicación de cómo nuestro planeta fue sembrado con la sustancia dadora de vida.

Cuando los rocosos planetas interiores del joven sistema solar se unieron por primera vez (coagulación de las nubes calientes de gas y polvo que se elevaban cerca del sol), estaban demasiado cerca de nuestra estrella para que se formaran océanos. De hecho, más allá de cierto punto llamado línea de congelación, ningún hielo podría escapar a la evaporación, lo que convirtió a la joven Tierra en un paisaje árido e inhóspito. Los científicos creen que esto cambió después de que la Tierra se enfrió, cuando un aluvión de asteroides helados del sistema solar exterior trajo agua congelada a nuestro planeta para derretirla. Ahora, un nuevo análisis del meteorito Winchcombe, publicado el 16 de noviembre en la revista Science Advances, ha dado peso a esta teoría.

“Una de las preguntas más importantes que se hace la comunidad científica es, ¿Cómo llegamos aquí?”. el coautor del estudio Luke Daly, profesor de geociencia planetaria en la Universidad de Glasgow, en un comunicado. “Este análisis del meteorito Winchcombe da una idea de cómo la Tierra llegó a tener agua, la fuente de tanta vida. Los investigadores continuarán trabajando en este espécimen durante los próximos años, revelando más secretos sobre los orígenes de nuestro sistema solar”.

La roca espacial, un tipo raro rico en carbono llamado condrita carbonácea, se recolectó solo unas horas después de que se estrelló contra el suelo y, por lo tanto, permanece en gran parte sin contaminar, lo que lo convierte en “uno de los meteoritos más prístinos disponibles para el análisis”; ofrece “una mirada tentadora a través del tiempo a la composición original del sistema solar”, dijo la autora principal Ashley King, investigadora del Museo de Historia Natural de Londres.

Para analizar los minerales y elementos del interior de la roca, los investigadores la pulieron, calentaron y bombardearon con rayos X y láser, revelando que procedía de un asteroide en órbita alrededor de Júpiter y que el 11% de la masa del meteorito era agua. El hidrógeno en el agua del asteroide se presentó en dos formas: hidrógeno normal y el isótopo de hidrógeno conocido como deuterio, que forma el “agua pesada”. Los científicos encontraron que la proporción de hidrógeno a deuterio coincidía con la proporción que se encuentra en el agua de la Tierra, lo que implica fuertemente que el agua del meteorito y el agua de nuestro planeta compartían un punto de origen. Los aminoácidos, los componentes básicos de las proteínas y la vida posterior, también se encontraron dentro de la roca.

Para ampliar esta investigación, los científicos pueden analizar otras rocas espaciales que flotan alrededor del sistema solar, como el asteroide Ryugu, que también se ha descubierto que contiene los componentes básicos de la vida. Un estudio exhaustivo de las rocas espaciales del sistema solar podría dar a los científicos una mejor comprensión de qué rocas ayudaron a sembrar la Tierra primitiva y de dónde vinieron.

Fuente: Live Science.

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