Las especies invasoras tienen una capacidad notoria para propagarse rápidamente a través de ecosistemas no preparados, causando estragos en su camino. El avispón asiático (Vespa velutina) no es una excepción, ya que expande su hábitat más de 80 kilómetros al año mientras se alimenta de abejas, sírfidos y otros insectos.
Hace casi 20 años, los pequeños y fornidos aguijones, a menudo llamados “avispones asesinos”, hicieron su debut en Europa, y finalmente saltaron el canal donde fueron vistos en suelo británico en 2016. El análisis genético ahora ha revelado que su infestación rápida y generalizada en todo el oeste probablemente fue el resultado de una sola avispa que saltó a Francia desde China en 2004.
“Nuestra investigación ha revelado el notable potencial para la expansión de la población de insectos eusociales en áreas invadidas, incluso cuando la diversidad genética original es extremadamente baja”, dice Simon Harrison, ecólogo del University College Cork.
La zoóloga del University College Cork, Eileen Dillane, y su equipo analizaron tres genes de la primera llegada registrada del avispón asiático a Irlanda en abril de 2021 y los compararon con secuencias de avispas encontradas en Europa continental. Todos los genes eran genes mitocondriales, que se transmiten a lo largo de la línea femenina.
“Un trabajo anterior había demostrado que los avispones asiáticos en Europa aparentemente compartían el mismo linaje genético, según los estudios de un solo gen. Llevamos esto un paso más allá y observamos dos genes adicionales que serían más sensibles para detectar variaciones dentro de la población invasora”, explica Dillane.
Los resultados indicaron que la línea materna de avispas que se encontró en Dublín fue la misma que se vio en toda Europa.
“Nuestros resultados, junto con los de otros grupos, sugieren que toda la población de V. velutina en Europa, que ahora asciende potencialmente a muchos millones de individuos, desciende de una sola reina apareada que llegó de China hace unos 15 o 20 años”, equipo escribe en su papel.
En su sudeste asiático nativo, el avispón asiático se alimenta de abejas asiáticas que tienen un complejo sistema de advertencia y defensa de presas. Atacarán a una avispa atacante en una bola de abejas, sobrecalentándola hasta la muerte. Desafortunadamente, las abejas europeas carecen de estos comportamientos defensivos, lo que las convierte en objetivos fáciles para las avispas, lo que genera preocupación por los servicios de polinización en todo el continente.
Si bien las avispas asiáticas tienen una picadura desagradable a la que algunas personas pueden tener reacciones alérgicas, afortunadamente no son agresivas con los humanos, a diferencia de la avispa europea. La diversidad genética muy baja dentro de la población europea de V. velutina podría proporcionar un potencial para el control biológico, señalan Dillane y sus colegas.
Desafortunadamente, los investigadores también advierten que “es probable que el cambio climático aumente la amenaza de una invasión exitosa en el futuro, por lo que se debe mantener la vigilancia contra esta especie”.
Su investigación fue publicada en el Journal of Hymenoptera.
Fuente: Science Alert.