Las mujeres parecen ser más resilientes a las interrupciones de reloj biológico que los hombres, según estudio

Salud y medicina

Puede que no lo sepas, pero todos tenemos un reloj en nuestro interior. Este reloj circadiano opera aproximadamente en un ciclo de 24 horas. Influye cuando dormimos, nos despertamos y comemos, entre otras cosas.

Sin embargo, nuestro reloj biológico a veces puede salir mal, lo que los científicos llaman “desalineación circadiana”. Una de las causas más comunes es el trabajo por turnos. Piensa en enfermeras, policías, trabajadores de fábricas y muchos otros que trabajan duro mientras el resto de nosotros dormimos. Este patrón de trabajo los obliga a estar activos cuando su reloj biológico les dice que duerman, y viceversa.

Los estudios han sugerido que esta batalla constante contra el ritmo natural del cuerpo puede provocar problemas de salud, incluido el síndrome metabólico. Este es un grupo de condiciones, como presión arterial alta y niveles de azúcar en la sangre, que ocurren juntas y aumentan el riesgo de enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular de una persona. Ahora, un nuevo estudio sugiere que las mujeres pueden ser menos vulnerables que los hombres a las consecuencias para la salud de la desalineación circadiana.

Modelos de ratón
En la primera parte de este estudio, investigadores de la Universidad de Pensilvania investigaron cómo la desalineación circadiana afecta a ratones machos y hembras. Manipularon el entorno de los ratones para interrumpir sus ciclos habituales de día y noche, de forma similar a la interrupción que enfrentan los trabajadores por turnos humanos.

Los ratones hembra demostraron ser sorprendentemente resistentes a estos cambios. Incluso bajo el estrés de una dieta alta en grasas, un escenario que generalmente causa problemas de salud, los ratones hembra mantuvieron sus patrones regulares de actividad diaria. A los ratones machos, por otro lado, les resultó más difícil adaptarse y el tiempo que corrían en sus ruedas se volvió menos consistente.

Además de observar la actividad de los ratones, los investigadores estudiaron el efecto de la desalineación circadiana en el funcionamiento de los genes en el hígado de los ratones. Si bien nuestro cuerpo tiene un reloj central en el cerebro, cada uno de nuestros órganos, incluido el hígado, tiene su propio conjunto de genes de “reloj” que siguen el ritmo establecido por este reloj maestro. Tanto en ratones machos como hembras, los genes primarios del reloj en el hígado, los que forman el núcleo de este sistema de cronometraje local, permanecieron activos incluso cuando se interrumpieron los horarios de sueño y vigilia de los ratones.

Sin embargo, la interrupción tuvo un efecto diferente en un conjunto más amplio de genes en el hígado. Estos genes siguen un patrón rítmico bajo el control de los genes del reloj primario y son esenciales para mantener un metabolismo saludable. En ratones machos, la actividad rítmica de estos genes hepáticos se perdió casi por completo. Pero en ratones hembra, muchos de estos genes continuaron su actividad cíclica a pesar de la interrupción del sueño y la vigilia.

Los investigadores también examinaron las bacterias intestinales de los ratones, o “microbioma”. Curiosamente, los ratones machos mostraron un aumento significativo en ciertas bacterias que se observan a menudo en personas con diabetes. Sin embargo, al igual que los genes del hígado, el microbioma de los ratones hembra no pareció cambiar mucho.

Todo esto sugiere que los ratones hembra eran más resistentes a la desalineación circadiana que los ratones macho. Es importante tener en cuenta que traducir los hallazgos de ratones a humanos no siempre es sencillo. Los ratones no son humanos diminutos: existen muchas diferencias entre nuestras especies. Por ejemplo, aunque los ratones también tienen un ritmo circadiano, son nocturnos. Aún así, a menudo podemos aprender mucho sobre la salud humana al observar lo que sucede en los ratones y obtener direcciones valiosas para la investigación en humanos.

Replicando los resultados en personas
Para ver si estos hallazgos podrían aplicarse a los humanos, los investigadores recurrieron al Biobanco del Reino Unido, una gran colección de datos de salud. Estudiaron datos que incluyen registros de salud e información de dispositivos portátiles de más de 90,000 personas con antecedentes de trabajo por turnos.

Sus observaciones en ratones parecían ser ciertas para los humanos. En particular, si bien ambos sexos tenían una mayor incidencia de síndrome metabólico en comparación con las personas que no trabajaban por turnos, la incidencia fue sustancialmente mayor en los trabajadores por turnos masculinos en comparación con las trabajadoras por turnos femeninos, al observar a las personas que realizaban el mismo tipo de trabajo. Al igual que en los modelos de ratones, las mujeres parecían poseer un ritmo interno más fuerte, lo que les brindaba potencialmente un grado de protección contra los efectos perjudiciales de la desalineación circadiana.

¿Por qué eso importa?
La idea de que hombres y mujeres puedan responder de manera diferente a la desalineación circadiana podría tener implicaciones significativas, no solo para los trabajadores por turnos, sino para todos. Tomemos, por ejemplo, el “desfase horario social”. Esto es lo que sucede cuando nos quedamos despiertos hasta tarde los fines de semana y luego nos cuesta despertarnos temprano el lunes. Este cambio abrupto en nuestro horario de sueño es un tipo de desalineación circadiana y puede afectar nuestra salud con el tiempo.

En particular, la idea de que los hombres y las mujeres pueden tener diferentes relojes internos no es del todo nueva. Hace unos diez años, los científicos descubrieron que los ritmos diarios de la temperatura corporal y las hormonas del sueño se establecen en un momento anterior en las mujeres en comparación con los hombres. Investigaciones anteriores también han indicado que los hombres pueden ser más susceptibles a la presión arterial alta y la diabetes como consecuencia del trabajo por turnos.

Pero este nuevo estudio agrega más detalles a nuestra comprensión de estas diferencias. Los hallazgos pueden eventualmente llevarnos a mejores estrategias para manejar los efectos negativos de la desalineación circadiana, como diseñar horarios de trabajo por turnos más saludables. Pero por ahora, está claro que nuestros relojes biológicos importan, y respetar estos ritmos es una parte esencial para cuidar nuestra salud.

Fuente: Medical Xpress.

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