El ejercicio regular podría aumentar tu tolerancia al dolor

Salud y medicina

Entrar en una rutina de ejercicio regular conlleva una gran cantidad de beneficios para nuestra salud mental y física, y los investigadores acaban de encontrar otro: puede aumentar su umbral para el dolor. Investigadores de varias instituciones en Noruega estudiaron a 10.732 adultos, con dos lotes de datos tomados con 7 u 8 años de diferencia. Los datos compararon las rutinas de ejercicio con la tolerancia al dolor, medida a través de una prueba de presión en frío, o CPT, en la que sumerges la mano en agua helada durante el mayor tiempo posible, hasta un tiempo de tolerancia máximo de 106 segundos. Los resultados fueron bastante consistentes: aquellos que eran más activos manejaron mejor el dolor del agua fría durante un período más prolongado, y aquellos que aumentaron sus niveles de actividad en los dos puntos de la encuesta también aumentaron su umbral de dolor.

“Estar físicamente activo en cualquiera de los dos puntos de tiempo medidos en un intervalo de 7 a 8 años se asoció con una mayor tolerancia al dolor en comparación con ser sedentario en ambos puntos de tiempo”, escriben los investigadores en su artículo publicado.

“La tolerancia al dolor aumentó con niveles de actividad total más altos y más para aquellos que aumentaron su nivel de actividad en el seguimiento”.

Vale la pena señalar que un estudio observacional como este no puede probar que más ejercicio esté causando directamente más resistencia al dolor; después de todo, puede ser que otros factores estén jugando los papeles más significativos. Sin embargo, el vínculo es lo suficientemente fuerte como para ser notable. El estudio mostró que aquellos que reportaron niveles ligeros de actividad física regular mantuvieron sus manos sumergidas en agua helada por un promedio de 6.7 segundos más que aquellos que no hicieron nada de ejercicio.

Para aquellos que realizaban actividad física vigorosa con regularidad, eso aumentó a 16,3 segundos. Para aquellos participantes que registraron altos niveles de ejercicio en ambos puntos de la encuesta, el promedio subió a 20,4 segundos.

“Estos hallazgos sugieren que volverse o permanecer activo a un nivel superior al sedentario, o hacer un cambio positivo en el nivel de actividad, con el tiempo se asocia con una mayor tolerancia al dolor en lugar de ser sedentario o hacer un cambio negativo”, escriben los investigadores.

Si bien los participantes en este estudio informaron sus niveles de ejercicio en lugar de evaluarlos científicamente, la cantidad de personas involucradas en el estudio es relativamente grande y los estudios más pequeños llegaron a conclusiones similares. Los investigadores también están interesados en la relación entre el ejercicio y el dolor crónico. La investigación previa en esta área tiene un alcance limitado, pero sugiere un vínculo entre la actividad física y la forma en que el cuerpo maneja el dolor.

Más adelante, la mayor tolerancia al dolor observada aquí podría reducir el riesgo de desarrollar dolor crónico más adelante en la vida. No hay mucha evidencia al respecto en este momento, pero es algo que los autores del estudio quieren que se investigue en el futuro.

“Estos resultados respaldan el aumento de los niveles de actividad física como una posible vía no farmacológica para reducir o prevenir el dolor crónico”, escriben los investigadores.

La investigación ha sido publicada en PLOS ONE.

Fuente: Science Alert.

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