Investigadores dirigidos por Christi Gendron de la Universidad de Michigan han encontrado el vínculo entre la percepción de la muerte y la reducción del envejecimiento en las moscas. Su nuevo estudio, publicado el 13 de junio en la revista de acceso abierto PLOS Biology, muestra que un grupo específico de células cerebrales en la mosca, llamadas neuronas R2 y R4, se activan cuando las moscas se encuentran con otras moscas muertas, y que este aumento de la actividad conduce a un envejecimiento más rápido.
El envejecimiento es un proceso complejo que puede verse afectado tanto por la genética como por el medio ambiente. Si bien sabemos que las experiencias perceptivas pueden afectar el envejecimiento, cómo sucede esto sigue siendo un misterio. Un ejemplo es el efecto de la “percepción de la muerte” en las moscas de la fruta. Anteriormente, el grupo de la Universidad de Michigan informó que cuando las moscas de la fruta ven a otras moscas de la fruta muertas, experimentan un envejecimiento avanzado, y este efecto depende de un tipo de receptor de serotonina. En su nuevo estudio de seguimiento, los investigadores informan los detalles de este proceso.
Una serie de experimentos en moscas de la fruta mostró que un grupo específico de neuronas es el responsable. El marcado fluorescente mostró que la exposición a moscas muertas condujo a una mayor actividad en una región del cerebro de la mosca llamada cuerpo elipsoide. El silenciamiento de diferentes neuronas en anillo en esta región reveló que dos tipos de neuronas en anillo, R2 y R4, son necesarios para el efecto, y otras pruebas mostraron que la clave es el receptor de serotonina 5-HT2A ubicado en estas neuronas.
Finalmente, los investigadores demostraron que cuando estas neuronas se activaban artificialmente, la esperanza de vida de la mosca de la fruta disminuía, incluso cuando las moscas en realidad no experimentaban ninguna percepción de muerte. Comprender cómo los circuitos neuronales como este regulan el envejecimiento podría conducir eventualmente a terapias farmacológicas dirigidas en humanos que ralentizan el proceso de envejecimiento.
El coautor Scott Pletcher agrega: “Identificamos neuronas específicas y moléculas conservadas evolutivamente en el cerebro de la mosca que ayudan a ajustar las tasas de envejecimiento en respuesta a las condiciones y experiencias ambientales”.
Fuente: Phys.org.