Un equipo internacional de arqueólogos, etnógrafos e historiadores ha encontrado un colgante que puede ser el ejemplo más antiguo conocido de un falo tallado. Los investigadores han publicado sus hallazgos en la revista Scientific Reports.
En 2016, los arqueólogos que trabajaban en un sitio de excavación en las montañas de Khangai, en el norte de Mongolia, descubrieron una piedra de aproximadamente cuatro centímetros de largo que había sido tallada por un humano. En este nuevo esfuerzo, el equipo de investigación observó más de cerca la piedra, que originalmente se llamaba simplemente T21. La datación del material a su alrededor sugirió que la piedra data de hace aproximadamente 42.400 a 41.900 años, ubicando su creación en el Paleolítico Superior.
Fueron los dos surcos los que llamaron la atención del nuevo equipo de investigación: uno de ellos envuelve la sección media de la piedra y el otro recorre toda su longitud de arriba a abajo. Los investigadores sospechan que los surcos fueron tallados en la piedra para que pareciera un pene humano. Además, sugieren que el surco de la sección media estaba destinado a representar el glande, mientras que el surco de arriba a abajo estaba destinado a replicar el aspecto de la abertura de la uretra.
Los investigadores notaron que la otra cara de la piedra es bastante brillante, lo que indica mucho roce contra un material blando. Sugieren que el material blando probablemente era piel humana, ya que la piedra se colgaba alrededor del cuello y se usaba como colgante.
Las conclusiones extraídas por los investigadores ya han dado lugar a comentarios de otros en el campo, y muchos señalaron que la piedra podría ser una herramienta utilizada para un propósito desconocido. Además, la ranura de la sección media podría haberse hecho sin otra razón que permitir atar una cuerda para colgarla del cuello.
Aún así, si el colgante es finalmente aceptado por la comunidad arqueológica e histórica como una representación de un pene, representaría, con mucho, el ejemplo más antiguo conocido de un falo tallado. El registro actual tiene aproximadamente la mitad de esa antigüedad: una piedra que fue tallada hace aproximadamente 28.000 años y encontrada en Alemania.
Fuente: Phys.org.