¿Qué pasaría si los microbios en tu intestino pudieran actuar como un sistema de alerta temprana, alertándote de que podrías estar desarrollando la enfermedad de Alzheimer? Esto puede sonar improbable, pero investigaciones recientes han encontrado que ciertos microbios son más comunes en aquellos con signos muy tempranos de la enfermedad, lo que apunta a un posible nuevo método de diagnóstico para una enfermedad que afecta a millones de personas en todo el mundo.
El microbioma intestinal es la colección de microbios, que incluyen bacterias, virus y hongos, en el intestino. Se cree que tener diversas poblaciones de microbios es importante para nuestra salud en general. Sin embargo, en determinadas circunstancias, el microbioma intestinal también puede contener microbios perjudiciales para nuestra salud.
En la enfermedad de Alzheimer, dos proteínas, conocidas como amiloide-beta y tau, se acumulan de manera anormal en el cerebro. Su presencia da como resultado la pérdida de memoria y el deterioro cognitivo característicos asociados con la enfermedad, y los síntomas empeoran progresivamente con el tiempo.
Se sabe que la beta-amiloide y la tau comienzan a acumularse mucho antes de la aparición de los síntomas de la enfermedad de Alzheimer. Es en esta etapa (conocida como la “etapa preclínica”) que los investigadores observaron cambios en el microbioma intestinal.
Los investigadores encontraron diferencias claras en los perfiles del microbioma intestinal de las personas mayores con y sin signos de Alzheimer preclínico. En aquellos con signos de Alzheimer preclínico, las diferencias en el microbioma intestinal parecían estar relacionadas con la acumulación de proteínas beta-amiloide y tau en el cerebro.
Actualmente, los médicos confían en los resultados de varias pruebas de diagnóstico para evaluar si alguien puede tener Alzheimer preclínico. Los investigadores combinaron estos resultados con los datos del microbioma intestinal de sus participantes y los introdujeron en un algoritmo de aprendizaje automático, un programa informático que puede hacer predicciones en función de los datos que le proporcione.
Descubrieron que incluir los datos del microbioma intestinal mejoró la capacidad del algoritmo para diagnosticar con precisión el Alzheimer preclínico. Este siguió siendo el caso incluso cuando no se incluyeron todos los datos de las pruebas de diagnóstico. Algunas de las pruebas de diagnóstico para el alzhéimer preclínico pueden ser desagradables, como una punción lumbar, o depender de tecnologías de imagen costosas, como los escáneres de imágenes por resonancia magnética (IRM), a los que se sabe que el acceso es desigual en todo el mundo.
La idea de analizar el microbioma intestinal de una persona, que solo requiere una muestra de heces, para evaluar su riesgo de desarrollar la enfermedad es atractiva. Ofrecería una forma no invasiva y más accesible de identificar a las personas en riesgo de desarrollar Alzheimer en una etapa más temprana, permitiéndoles más tiempo para planificar y prepararse para el futuro.
Cabe señalar, sin embargo, que la mejora encontrada por el estudio en la predicción de la enfermedad de Alzheimer preclínica al incluir los datos del microbioma intestinal fue bastante modesta. Entonces, si bien el análisis de los datos del microbioma intestinal podría complementar los métodos existentes para diagnosticar el Alzheimer preclínico, todavía no puede reemplazarlos.
Curioso hallazgo
Inesperadamente, anteriormente se pensaba que algunas de las especies que se asociaban con signos de la enfermedad de Alzheimer preclínica eran beneficiosas para la salud humana. Una de las identificadas es una bacteria conocida como Faecalibacterium prausnitzii, que, en un estudio anterior, se encontró que era más común en el microbioma intestinal de las personas sin Alzheimer en comparación con las personas con la enfermedad. No está claro por qué los que se consideran microbios potencialmente beneficiosos se asociaron con aquellos con síntomas de Alzheimer preclínico, a diferencia de aquellos que eran cognitivamente sanos.
Una explicación podría ser la etapa de la enfermedad. Es importante reconocer que no todas las personas que tienen signos de Alzheimer preclínico desarrollarán el mismo Alzheimer. Puede haber cambios en el microbioma intestinal que ocurran en etapas posteriores de la enfermedad, como la pérdida de F. prausnitzii.
Si bien podría ser tentador concluir que los microbios intestinales identificados como asociados con los signos de la enfermedad de Alzheimer preclínica también están contribuyendo al desarrollo de la enfermedad, el estudio no proporciona ninguna evidencia de una relación de causa y efecto. Sin embargo, si se puede establecer una conexión, se abre una posibilidad emocionante de que los futuros tratamientos para el Alzheimer puedan apuntar a los microbios en nuestro intestino.
Fuente: Medical Xpress.