La vida marina crece con una avalancha de nuevas especies cada 36 millones de años, y el levantamiento tectónico es la razón indirecta, según ha descubierto una nueva investigación. Un análisis profundo del registro fósil y geológico revela un cambio en el nivel del mar que ocurre en respuesta a un ciclo de movimiento tectónico de 36 millones de años. Esto, según descubrió un equipo dirigido por el geólogo Slah Boulila de la Universidad de la Sorbona en Francia, altera varios ecosistemas, lo que hace que muchas especies luchen y otras nuevas florezcan para llenar los nuevos nichos ecológicos que emergen.
“En términos de tectónica, el ciclo de 36 millones de años marca alteraciones entre la expansión más rápida y más lenta del fondo marino, lo que lleva a cambios cíclicos de profundidad en las cuencas oceánicas y en la transferencia tectónica de agua hacia las profundidades de la Tierra”, dice el geocientífico Dietmar Müller de la Universidad de Sídney.
“Esto, a su vez, ha provocado fluctuaciones en la inundación y el secado de los continentes, con períodos de extensos mares poco profundos que fomentan la biodiversidad”.
Una mirada cercana al registro fósil muestra que la biodiversidad no es una buena, incluso constante. En cambio, fluctúa dramáticamente en escalas de decenas de millones de años, marcada por eventos de extinción y el surgimiento de nuevas especies.
Lo que no ha quedado claro es qué impulsa estos cambios; si cada evento es único en sí mismo o si existe un mecanismo subyacente que los vincula. La investigación realizada por Boulila y su equipo fue un análisis minucioso de múltiples conjuntos de datos geológicos de los últimos 250 millones de años, combinados con simulaciones computacionales y modelos utilizando un software de visualización tectónica llamado GPlates.
La corteza terrestre nunca está quieta. Consiste en placas tectónicas separadas que se mueven y reciclan constantemente. Los lugares donde las placas tectónicas se encuentran debajo del océano se conocen como zonas de subducción. Allí, el agua es succionada profundamente bajo el manto, para luego ser expulsada a través de la actividad volcánica.
Además, el movimiento tectónico puede hacer que el lecho marino se expanda a medida que las placas se separan unas de otras. Ambos mecanismos pueden causar variaciones en el nivel del mar durante largos períodos de tiempo.
En sus datos y simulaciones, los investigadores encontraron un ciclo de 36 millones de años en la diversidad de la vida marina… y esto coincidió con un ciclo encontrado en los datos tectónicos, del nivel del mar y de la capa de roca a gran escala durante el mismo período de tiempo. Estos hallazgos, dicen, constituyen evidencia convincente de que los cambios en el nivel del mar provocados por los ciclos tectónicos de la Tierra juegan un papel clave en los ciclos de biodiversidad y en la configuración de los ecosistemas.
“Esta investigación desafía las ideas previas sobre por qué las especies han cambiado durante largos períodos”, dice Müller.
“Los ciclos tienen una duración de 36 millones de años debido a patrones regulares en la forma en que las placas tectónicas se reciclan en el manto de convección, la parte móvil de la Tierra profunda, similar a una sopa caliente y espesa en una olla, que se mueve lentamente”.
Hay otros desencadenantes a lo largo de la historia de la Tierra que pueden impulsar la biodiversidad. Por ejemplo, el equipo también encontró evidencia de un ciclo de biodiversidad de 62 millones de años. Esto podría haber sido impulsado por cambios en los niveles de dióxido de carbono, pero debe investigarse más a fondo, dicen los investigadores.
La investigación ha sido publicada en Proceedings of the National Academy of Sciences.
Fuente: Science Alert.