Los estudiantes de esta ciudad japonesa pueden enviar robots a la escuela en vez de ir ellos mismos

Tecnología

En una medida que parece sacada directamente de la ciencia ficción, una ciudad japonesa es pionera en el uso de robots en las aulas para abordar un tema cada vez más preocupante: las crecientes tasas de ausentismo escolar. Las escuelas de esta ciudad están buscando la intervención tecnológica para mantener a los niños involucrados en su educación, y el mundo está observando de cerca.

Estos no son los típicos robots
La cuestión del ausentismo escolar o absentismo escolar en Japón es compleja y multifacética. Para empezar, las escuelas japonesas suelen estar asociadas con altas expectativas académicas y horarios rigurosos. El estrés de tener un buen desempeño en clase y la presión asociada pueden ser abrumadores para algunos estudiantes, llevándolos a evitar la escuela por completo.

Para empeorar aún más las cosas, Japón también tiene una cultura de acoso escolar sorprendentemente generalizada. Sumado a factores culturales y a la falta de apoyo e inclusión, el ausentismo escolar está aumentando en algunas regiones japonesas. A veces, esto también está relacionado con el fenómeno cultural conocido como “Hikikomori”, donde personas, a menudo adolescentes, se retiran de la vida social y pasan mucho tiempo aislados en sus hogares.

Para solucionar este problema, los funcionarios de una ciudad japonesa están recurriendo a los robots. En Kumamoto, una ciudad en el suroeste de Japón, algunas escuelas instalarán robots en las aulas para ayudar a los alumnos que trabajan en casa a sentirse más incluidos y menos ansiosos.

Estos dispositivos de alta tecnología vienen equipados con funciones diseñadas para involucrar a los estudiantes y brindarles retroalimentación en tiempo real, actuando efectivamente como una extensión del estudiante. Los robots están equipados con micrófonos, parlantes y cámaras. Permitirán la comunicación bidireccional, sirviendo esencialmente como un avatar de los estudiantes.

Los niños podrán maniobrar los robots desde casa, participando en clases y debates con sus compañeros de escuela. Los robots no estarán confinados a las aulas: podrán recorrer libremente las instalaciones de la escuela y participar en eventos.

“La comunicación a través de estos robots no es completamente real, pero al menos puede dar una cierta sensación de realidad a los niños que todavía están inseguros y temen interactuar con los demás”, dijo Maki Yoshizato, un funcionario de la ciudad de Kumamoto.

“Esperamos que esta empresa ayude a aliviar sus temores psicológicos”.

Abordar un problema creciente
Este novedoso enfoque es un intento de remediar el creciente problema del ausentismo escolar. El ausentismo escolar se ha convertido en una preocupación importante no sólo en Japón sino también a nivel mundial, afectando el desempeño de los estudiantes y sus perspectivas futuras. No se trata sólo de perder lecciones de álgebra. Los niños que faltan a clase tienen más probabilidades de enfrentar dificultades más adelante en la vida, como el desempleo o la participación en actividades delictivas.

En un mundo donde a menudo se culpa a la tecnología por distraer a la generación más joven de las responsabilidades del mundo real, esta iniciativa proporciona una contranarrativa convincente. La tecnología, cuando se aprovecha correctamente, puede ser un aliado para configurar futuros mejores.

Además, el papel de la tecnología en la educación es un tema de debate constante. Mientras lidiamos con los desafíos que plantean el aprendizaje remoto y las distracciones digitales, se deben acoger y estudiar las soluciones que aprovechan la tecnología para obtener resultados positivos. El proyecto de robots en Japón puede servir como un caso de estudio crucial para la intersección de tecnología y educación.

Aunque es demasiado pronto para determinar si la iniciativa robótica producirá mejoras significativas, el programa marca un experimento digno de mención en el ámbito de la tecnología educativa. Si tiene éxito, podría allanar el camino para aplicaciones más amplias de robots en entornos educativos, mucho más allá de las fronteras de Japón. En Kumamoto, una ciudad de alrededor de 740.000 habitantes, 2.760 niños en edad de asistir a la escuela primaria y secundaria no asistieron a clase en 2022, un gran aumento con respecto a las 1.283 ausencias en 2018.

¿Pueden los robots realmente ayudar a solucionar este problema, o se necesita algo más para abordar el ausentismo escolar? Por ahora, el proyecto recién comienza.

Fuente: ZME Science.

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