El desafío de determinar la masa del universo ha intrigado durante mucho tiempo a los astrónomos. Un descubrimiento reciente, como se detalla en Science, ofrece nuevos conocimientos sobre esta profunda cuestión. Una antigua ráfaga de radio rápida (FRB) puede proporcionar respuestas.
Como sugiere el nombre, las ráfagas de radio rápidas son ráfagas de ondas de radio cortas y potentes. Su importancia en este contexto es su posible conexión con la llamada materia “perdida” entre galaxias. Este reciente FRB, detectado por el radiotelescopio Australian Square Kilometer Array Pathfinder (ASKAP) de la Organización de Investigación Científica e Industrial de la Commonwealth (CSIRO), proviene de hace unos ocho mil millones de años. Pero lo que lo hace único es su potencial como herramienta para medir la masa del universo.
Según el estudio, la fuente de esta FRB, denominada FRB 20220610A, se remonta a un cúmulo de dos o tres galaxias en fusión. Esta revelación refuerza las teorías predominantes sobre los orígenes de los FRB que han desconcertado a los científicos desde su primer descubrimiento en 2007. La tecnología telescópica actual tiene limitaciones, y los investigadores creen que ocho mil millones de años es la distancia más larga dentro de la cual podemos localizar y discernir con precisión los FRB.
Esto se alinea con una idea presentada por el difunto astrónomo Jean-Pierre ‘J-P’ Macquart. Propuso que la distancia recorrida por un FRB podría indicar la cantidad de gas difuso que atravesó entre galaxias. En esencia, cuanto más lejos estaba el FRB, más materia encontraba, lo que nos permitía estimar la masa del universo.
Sin embargo, hay un problema. Los métodos actuales para calcular el peso del universo dan resultados inconsistentes, como señala Ryan Shannon, autor del estudio, asociado de la Universidad Tecnológica de Swinburne.
“Si contamos la cantidad de materia normal en el Universo (los átomos de los que estamos hechos) encontramos que falta más de la mitad de lo que debería haber allí hoy”.
¿Esta materia faltante se esconde entre galaxias? Shannon cree que los FRB podrían ayudar a resolver este enigma.
“Creemos que la materia que falta se esconde en el espacio entre galaxias, pero puede que sea tan caliente y difusa que sea imposible verla usando técnicas normales. Ráfagas de radio rápidas detectan este material ionizado. Incluso en un espacio que está casi perfectamente vacío, pueden “ver” todos los electrones, y eso nos permite medir cuánta materia hay entre las galaxias”.
En términos prácticos, si esta relación se mantiene, los FRB se convierten en algo más que simples fenómenos cósmicos. Se convierten en herramientas esenciales en el esfuerzo por determinar la masa del universo. Instrumentos como ASKAP y los próximos telescopios internacionales Square Kilometer Array que se instalarán en Australia y Sudáfrica, respectivamente, desempeñan un papel crucial en este esfuerzo. No son sólo para observar el espacio sino que son vitales para comprender la estructura y el peso del universo.
“Aunque todavía no sabemos qué causa estas explosiones masivas de energía, el artículo confirma que las explosiones de radio rápidas son eventos comunes en el cosmos y que podremos utilizarlas para detectar materia entre galaxias y comprender mejor la estructura de el Universo”, dijo Shannon.
Fuente: ZME Science.