Anemia espacial: un lanzamiento de cohete puede hacer que tus células sanguíneas estallen

Astronáutica

En los aproximadamente ocho minutos que lleva disparar a un ser humano fuera de la faz de nuestro planeta y ponerlo en órbita, su cuerpo encuentra una fuerza de gravedad aplastante como nunca se siente en la Tierra. Los científicos que trabajan con la centrífuga de gran diámetro del Observatorio Espacial Europeo están probando ahora si ese lanzamiento masivo puede debilitar las membranas de las células sanguíneas de un astronauta, poniéndolas en riesgo de estallar.

Si esto resulta ser cierto, podría ayudar a explicar por qué los astronautas tienden a sufrir de “anemia espacial”. Los estudios muestran que los cuerpos humanos destruyen alrededor de un 54% más de glóbulos rojos que viajan al espacio de lo que normalmente destruirían en la Tierra, lo que reduce la disponibilidad de transportadores de hierro en el torrente sanguíneo.

Los investigadores creen que es por eso que los astronautas a menudo experimentan fatiga, debilidad o mareos cuando regresan a la gravedad normal. Sus células sanguíneas todavía se están reajustando de una vida en microgravedad.

“La mayoría de los estudios existentes se han realizado en microgravedad”, explica la líder del equipo Georgina Chávez de la Universidad Católica Boliviana ‘San Pablo’ en Bolivia.

“Pensamos, bueno, en realidad los astronautas pasan por dos grandes cambios corporales durante los vuelos espaciales: para llegar a la microgravedad, primero experimentan un período breve pero intenso de hipergravedad. Así que decidimos investigar los efectos que esta fase inicial podría tener en términos de conducir a hemólisis en el espacio más tarde”.

La inspiración para la investigación llegó en 2022, cuando otro equipo de científicos descubrió que las células sanguíneas pueden romperse en microgravedad y posiblemente contribuir a la anemia espacial. Chávez y su equipo se preguntaron si algo similar podría suceder en hipergravedad, por lo que decidieron averiguarlo. Sus experimentos involucran una centrífuga de 8 metros de ancho propiedad de la ESA y ubicada en los Países Bajos. Puede simular una hipergravedad de hasta 20 veces la gravedad de la Tierra. Históricamente, los vuelos espaciales han ejercido fuerzas de gravedad de tres a seis veces mayores que las de la Tierra.

Para simular ese tipo de experiencia, Chávez y sus colegas están colocando glóbulos rojos humanos bañados en soluciones hipotónicas en la centrífuga. Luego, el dispositivo se gira a velocidades que simulan la gravedad normal de la Tierra, así como las gravedades terrestres de 7,5 y 15. Cada prueba dura 10 minutos, 30 minutos o 60 minutos. Luego se analizan las células sanguíneas para ver cómo les fue.

La centrífuga de gran diámetro de la ESA girando. ESA.

La investigación está en curso, por lo que aún tenemos que saber qué sucede con las células sanguíneas después de un viaje en la centrífuga. Sin embargo, hay motivos para sospechar cambios.

Estudios anteriores en ratones han descubierto que los glóbulos blancos pueden destruirse en condiciones de hipergravedad, y la hipergravedad también muestra signos de debilitamiento de las células que forman una barrera entre el torrente sanguíneo y el cerebro en ratones. La superficie interna de los vasos sanguíneos, que ayudan a controlar la supervivencia, proliferación, muerte y migración de las células, muestra signos de estrés debido a la hipergravedad.

Los científicos todavía saben sorprendentemente poco sobre cómo los cambios de gravedad afectan al cuerpo humano. El equipo de Chávez podría reventar esa burbuja.

Fuente: Science Alert.

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