Una iniciativa que se parece mucho a Viaje al centro de la Tierra de Julio Verne podría marcar la primera vez que los humanos han aprovechado el magma, el líquido de roca fundida que fluye debajo de la corteza terrestre. En 2026, el proyecto Krafla Magma Testbed (KMT) de Islandia perforará la cámara de magma de un volcán, buscando aprovechar sus humos súper calientes para generar energía geotérmica a una escala que nunca antes se había intentado.
El esfuerzo promete alimentar los hogares de toda Islandia con una fuente de energía renovable e ilimitada. Y no, esto no provocará que el volcán Krafla, actualmente activo, entre en erupción, según John Eichelberger, vulcanólogo de la Universidad de Alaska Fairbanks entrevistado por New Scientist.
Aprovechar el calor de la Tierra
La energía geotérmica, una tecnología aprovechada por Islandia durante años, implica perforar regiones subterráneas calientes para producir vapor a partir de agua caliente. Este vapor impulsa turbinas y genera electricidad. Hoy en día, al menos el 90% de todos los hogares en Islandia se calientan con energía geotérmica y el 70% de toda la energía utilizada en la nación insular proviene de fuentes geotérmicas.
Sin embargo, estos sistemas aprovechan la energía geotérmica relativamente más fría, lo que produce una menor eficiencia. Aprovechar las temperaturas más altas de la cámara de magma podría aumentar significativamente el suministro de energía, haciéndola más poderosa que los pozos convencionales. El agua en la cámara de magma no se recolecta en forma de vapor como es el caso de otras plantas geotérmicas, sino como agua “supercrítica”: agua que está tan caliente y presurizada que no es exactamente líquida ni vapor. Una sola planta geotérmica de magma podría generar al menos diez veces más energía que una planta geotérmica convencional.
Desafíos técnicos formidables
Krafla se erige como una de las áreas volcánicas más activas del mundo, a ambos lados del límite tectónico de la Cordillera del Atlántico Medio. Ha sido testigo de numerosas erupciones, la última de ellas en 1984. A pesar de su naturaleza volátil, la posición geológica única de Krafla lo convierte en un sitio ideal para este proyecto geotérmico pionero.
Su cámara de magma, donde las temperaturas se elevan hasta 1.300°C, está situada a sólo 1 o 2 millas bajo la superficie. Esto hace que perforar la cámara de magma sea relativamente fácil y extremadamente desafiante; fácil porque la profundidad de la cámara es poco profunda, difícil porque las brocas deben soportar altas temperaturas sin derretirse.
Pero sabemos con certeza que se puede hacer porque en 2009 una planta geotérmica islandesa cercana perforó accidentalmente la cámara de magma de Krafla. El incidente reveló importantes conocimientos sobre el estado líquido y las interacciones dinámicas del magma, aunque las carcasas de acero del taladro quedaron destruidas en el proceso. El lado positivo es que esta incursión también demostró que exponer la cámara de magma no provoca la erupción de los volcanes.
Esta no era la primera vez que sucedía algo como esto. El primer caso documentado tuvo lugar en Puna Geothermal Venture en Hawaii en 2005. En aquel momento, desde el punto de vista de las empresas energéticas, exponer magma en lugar de vapor caliente se consideró un fracaso. Esto es muy irónico dado lo mucho que los vulcanólogos intentaron lograr lo mismo en años pasados. Pero más tarde incluso las empresas energéticas se dieron cuenta de que el potencial económico es inmenso.
Los científicos del KMT todavía están experimentando con los materiales adecuados que puedan soportar estas condiciones en anticipación a la primera perforación programada para 2026. Si tiene éxito, el KMT podría no solo proporcionar grandes cantidades de energía sino también hacer avanzar la ciencia al proporcionar nuevas herramientas para el monitoreo volcánico y la predicción de erupciones.
En última instancia, la perforación de la cámara de magma brindará una oportunidad sin precedentes de observar una erupción volcánica desde su origen. Los vulcanólogos han confiado durante mucho tiempo en métodos indirectos para estudiar el magma. El proyecto KMT permitirá a los científicos estudiar el magma de cerca mediante muestreo directo por primera vez.
Como tal, el viaje de Islandia al corazón del magma no se trata sólo de energía. El proyecto KMT podría revolucionar nuestra comprensión de la actividad volcánica, la formación continental e incluso la energía geotérmica. Es un paso audaz hacia una nueva era de energía renovable y hacia una comprensión más profunda de las ardientes profundidades de nuestro planeta.
Fuente: ZME Science.