Hace casi 2.000 años, alguien utilizó un trozo de hueso ahuecado como recipiente para almacenar cientos de semillas venenosas. Los arqueólogos encontraron el fémur animal tallado, o hueso del muslo, que probablemente provenía de una cabra u oveja, en Houten-Castellum, un asentamiento rural del período romano en lo que hoy son los Países Bajos. Antes de este descubrimiento en 2017, no había evidencia física de que esta planta fuera utilizada por personas en el Imperio Romano, según un comunicado.
Las diminutas semillas provienen del beleño negro (Hyoscyamus niger), una planta muy venenosa de la familia de las solanáceas. El beleño ha sido apreciado durante mucho tiempo por sus propiedades medicinales y efectos alucinógenos, según un nuevo estudio publicado en la edición de abril de la revista Antiquity.
Los investigadores han encontrado semillas similares esparcidas en sitios arqueológicos de toda Europa que datan del año 5500 a.C. Sin embargo, a menudo es difícil determinar si la presencia de beleño negro en estos sitios indica que fue usado o apareció de forma natural, ya que la planta crece como una maleza.
“Dado que la planta puede crecer naturalmente dentro y alrededor de los asentamientos, sus semillas pueden terminar en sitios arqueológicos de forma natural, sin intervención humana”, dijo en el comunicado la autora principal del estudio, Maaike Groot, zooarqueóloga de la Universidad Libre de Berlín.
Los arqueólogos determinaron que las semillas fueron colocadas deliberadamente dentro del hueso, que medía 7,2 centímetros de largo. Para garantizar su custodia, alguien había sellado el recipiente con un tapón hecho de corteza de abedul negro. Los investigadores fecharon el hueso en algún momento entre el 70 y el 100 d.C., basándose en los estilos de cerámica y un broche de alambre encontrado en el mismo pozo fangoso. Este es el primer caso conocido de semillas almacenadas deliberadamente para su uso posterior.
“El hallazgo es único y proporciona una prueba inequívoca del uso intencionado de semillas de beleño negro en los Países Bajos romanos”, afirmó Groot.
Las semillas respaldan la literatura clásica anterior que afirma que el beleño negro se usaba durante el período romano, aunque estas fuentes sugieren que se usaba con fines medicinales y no se consideraba una droga recreativa, según el estudio. Por ejemplo, el autor y naturalista romano Plinio el Viejo (que vivió entre el 23 y el 79 d. C.) escribió que las semillas podrían causar “locura y vértigo”, según el estudio.
“Nuestro estudio contribuye a la discusión sobre cómo distinguir entre una maleza que termina naturalmente en conjuntos arqueobotánicos y una planta utilizada intencionalmente por la gente”, dijo Groot. “Sostenemos que los futuros hallazgos de beleño negro deberían estudiarse teniendo en cuenta el contexto del hallazgo y su relación con otras plantas medicinales”.
Fuente: Live Science.