Los científicos de Australia creen haber descubierto una mejor manera de tratar la forma más letal y agresiva de cáncer de mama. A diferencia de la quimioterapia, el nuevo enfoque de tratamiento mata y retarda el crecimiento únicamente de las células cancerosas dentro del tejido mamario, no de las normales y sanas. El medicamento oral también se dirige a las lesiones metastásicas que se han diseminado a otras partes del cuerpo y muestran resistencia a la quimioterapia.
El cáncer de mama triple negativo representa hasta el 15% de todos los cánceres de mama y es conocido por crecer y propagarse relativamente rápido, incluso entre pacientes jóvenes. Hasta la fecha, no existen tratamientos farmacológicos dirigidos disponibles para combatir esta forma de cáncer, lo que deja a los pacientes sólo con unas pocas opciones amplias: quimioterapia intensiva o inmunoterapia de vanguardia. Incluso entonces, las posibilidades de recaída dentro de cinco años son altas.
Si el cáncer se propaga a lugares distantes fuera del tejido mamario localizado, la tasa de supervivencia a cinco años puede caer del 91% al 12%. Se necesitan desesperadamente nuevas formas de tratamiento para salvar vidas.
“Se trata de un avance apasionante en la lucha contra el cáncer de mama triple negativo”, afirma la experta en cáncer de mama Theresa Hickey de la Universidad de Adelaida, que dirigió los experimentos con el nuevo medicamento oral.
“Los resultados de este estudio muestran que este fármaco podría ser la clave para mejorar las tasas de supervivencia”.
El fármaco en cuestión se llama CDDD11-8 y se desarrolló inicialmente para tratar la leucemia mieloide aguda (LMA). La LMA es un cáncer que crece en la médula ósea y es difícil atacarlo. Las células cancerosas sobreviven, crecen y se propagan aumentando la producción de proteínas, especialmente a través de una vía llamada quinasa 9 dependiente de ciclina (CDK9).
Hasta la fecha, la Asesoría sobre Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos no ha aprobado ningún medicamento que inhiba la CDK9, aunque una versión ha mostrado beneficios clínicos iniciales. En 2022, investigadores de la Universidad de Australia del Sur desarrollaron CDDD11-8 para inhibir selectivamente CDK9. Cuando se probó en modelos animales, el fármaco oral desencadenó una “fuerte inhibición del crecimiento tumoral” que “se tradujo en una mejor supervivencia de los animales” con leucemia. Ahora, ese mismo fármaco también se muestra prometedor en el tratamiento del cáncer de mama triple negativo.
“Aún es pronto, pero basándonos en esta evidencia inicial, creemos que la inhibición de esta proteína podría conducir a un tratamiento para el cáncer de mama triple negativo y este nuevo fármaco debería desarrollarse más”, afirma Hickey.
Ella y su equipo de la Universidad de Adelaide creen que atacar CDK9 también podría funcionar para otros cánceres agresivos que son “adictos a la transcripción”.
La transcripción es la copia de instrucciones genéticas en moléculas de ARN, que luego ayudan a controlar la producción de proteínas. En las células cancerosas, la transcripción suele estar “fuera de control” en comparación con las células sanas. Esto ayuda a que la enfermedad crezca y se propague rápidamente, lo que lleva a peores resultados para los pacientes. El cáncer de mama triple negativo es un cáncer con una abundancia particularmente alta de factores de transcripción, entonces, ¿cuál deberían intentar eliminar los científicos?
La vía CDK9 podría ser un objetivo útil porque es una vía de la que las células normales y sanas no parecen depender tanto para sobrevivir como las células cancerosas agresivas. Hickey y sus colegas creen que CDDD11-8 ahora debería evaluarse clínicamente para detectar el tipo más agresivo de cáncer de mama. En los experimentos iniciales, cuando este nuevo fármaco se administró a modelos de líneas celulares de cáncer de mama triple negativo, los investigadores notaron una reducción en el crecimiento del cáncer y un aumento en la muerte de las células cancerosas con diversos grados de éxito dependiendo de la dosis.
El fármaco también se mostró prometedor en modelos de ratones vivos con cáncer de mama. Los ratones tratados con medicina oral mostraron tumores reducidos y una expresión de proteínas reducida sin efectos adversos en los órganos vitales.
CDDD11-8 incluso tiene la posibilidad de funcionar en humanos. Al probar sus efectos en tejido de cáncer de mama derivado de pacientes y organoides tridimensionales, el equipo encontró signos alentadores de éxito sin efectos secundarios tóxicos en las células sanas. Probablemente esto se deba a que las células sanas no dependen tanto de la actividad de CDK9 como algunas células cancerosas, explican los autores.
“Si bien este fármaco se muestra prometedor como tratamiento potencial para el cáncer de mama triple negativo, necesita mayor desarrollo antes de que pueda pasar a ensayos en humanos”, concluye Hickey.
“Tengo la esperanza de que esto suceda dentro de los próximos cinco años, si no antes”.
El estudio fue publicado en Oncogene.
Fuente: Science Alert.