Todos nos hemos encontrado en esta situación; no hay necesidad de ser tímido. De vez en cuando, nos volvemos un poco relajados (léase: olvidadizos) con nuestros hábitos de higiene bucal. Algunos se saltan el cepillado nocturno, mientras que otros se vuelven quisquillosos con el uso del hilo dental. Desprenderte del cepillo de dientes es una habilidad que muchos no dominan del todo. Independientemente de cómo uses tu cepillo de dientes, una verdad innegable permanece: los cepillos de dientes no están diseñados para durar para siempre. En algún momento tendremos que despedirnos de ellos. Pero la pregunta persiste: ¿cuándo exactamente deberíamos hacer eso?
Los fabricantes suelen recomendar cambiar los cepillos cada tres o cuatro meses, pero seamos honestos: tienen un caballo en esta carrera; ellos son los que fabrican estos productos, por lo que podemos sospechar que tienen un gran interés en que la gente cambie los cepillos de dientes con más frecuencia. Entonces, pongamos a prueba este truco de cada tres meses: veamos qué dicen los expertos.
¿Qué dicen los expertos?
Independientemente de cuándo deseches tu cepillo de dientes, todos los expertos coinciden en una cosa: la higiene bucal no es un asunto desechable. Mientras hablábamos con CNBC Make It, la Dra. Michelle Kelman, miembro de la facultad de la Facultad de Odontología de la UCLA, enfatizó la importancia de la higiene bucal. Destacó la importancia de cuidar los dientes, las encías y la lengua como partes del cuerpo, en lugar de tratarlos como simples apéndices.
“Hay que recordar que la medicina oral es parte de la medicina y eso es algo que se olvida. La odontología tiende a ser tratada como esa cosa lateral”, dijo la Dra. Kelman.
Según la Dra. Kelman, la clave no es respetar estrictamente la regla de los tres meses para cambiar el cepillo de dientes, sino prestar atención a los detalles. Por ejemplo, si se cepilla los dientes de forma agresiva, es posible que su cepillo de dientes no dure los tres meses completos. Es mejor evaluar el estado de las cerdas y reemplazar el cepillo de dientes en consecuencia, en lugar de seguir estrictamente un horario fijo.
De esta manera, también obtendrás el mejor rendimiento por tu inversión. Sin embargo, persistir con un cepillo de dientes gastado es una receta para el desastre. Aunque te cepillas religiosamente durante dos minutos, dos veces al día, tus cerdas ya no sirven. Lo más probable es que todavía andes con placa, gérmenes y mugre en la boca.
Así que no lo marques en tu calendario. Simplemente revisa las condiciones de tus cerdas. Si están desgastadas, dirígete a la farmacia y compra otro. En palabras del propio Dr. Kelman:
“En caso de duda, hay que fijarse en las cerdas”, explicó Kelman a CNBC Make It.
Esta es la frecuencia con la que debes reemplazar tu cepillo de dientes según varias organizaciones profesionales y autoridades de atención de salud dental:
-La Asociación Dental Americana (ADA) dice en su comunicado sobre el cuidado del cepillo de dientes que “la mayoría de los cepillos de dientes deben reemplazarse aproximadamente cada 3-4 meses”.
-Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan en su página de salud bucal “reemplazar el cepillo de dientes cada 3 o 4 meses, o antes si las cerdas están deshilachadas”.
-Según Dentistry of West Bend, “la recomendación típica es reemplazar un cepillo de dientes manual normal cada tres o cuatro meses”.
-La Asociación Dental Australiana (ADA) recomienda cambiar a un cepillo de dientes nuevo cada tres meses.
-La investigación clínica muestra que un cepillo de dientes nuevo puede eliminar más placa que uno desgastado, lo que garantiza que su cepillo trabaje al máximo para ayudar a mantener sus dientes limpios y saludables.
Señales de que es hora de reemplazar tu cepillo de dientes antes:
Cerdas deshilachadas o aplanadas: cuando las cerdas pierden su forma y se vuelven endebles, no pueden limpiar los dientes de forma eficaz.
Decoloración visible o moho: esto indica crecimiento bacteriano, lo cual no es saludable.
¿Qué tipo de cepillo deberías conseguir?
No faltan opciones de cepillos de dientes en el mundo, pero ¿cuál elegir? Busca sellos de aprobación. Busca productos que cumplan con las normas pertinentes o que estén aprobados por asociaciones dentales acreditadas. Los cepillos estampados con marcas ISO, CE o ADA indican el cumplimiento de estándares internacionales o aprobaciones de asociaciones dentales. Dependiendo de dónde vivas, es posible que desees buscar el estándar más aplicable para ti. Si ves alguna de estas marcas, estás listo para comenzar.
En general, puedes confiar en los cepillos de dientes de cerdas medias a suaves. Las cerdas medianas destacan en la eliminación de biopelículas, mientras que los cepillos de cerdas suaves se asocian con un riesgo reducido de desarrollar gingivitis, lo que los convierte en opciones confiables. Sin embargo, a medida que tus inquietudes se vuelven más específicas, como centrarse en la eliminación de la placa, es recomendable consultar con su dentista para obtener recomendaciones personalizadas. Por ejemplo, cuando se trata de eliminar la placa, el ángulo de disposición de las cerdas se vuelve crucial, no solo la textura de las cerdas. En tales casos, tu higienista dental o dentista puede sugerirle optar por un cepillo de varios niveles o en ángulo para una eficacia óptima.
Una vez más, al igual que sucede con su sustitución, la elección de un cepillo de dientes depende en última instancia de las preferencias personales. Si hay una regla, es comprar productos certificados con cerdas de medias a suaves, e incluso extrasuaves, que se adapten tanto a los dientes como a las encías. Según el Dr. Edmond R. Hewlet, miembro del cuerpo docente de la Facultad de Odontología de UCLA, la clave es asegurarse de que “estés limpiando tus dientes y luego querrás usarlos nuevamente”, como dijo al Washington Post.
Manual versus eléctrico: ¿importa?
Si bien los cepillos eléctricos han superado a los manuales en algunos estudios, los expertos coinciden en que no necesariamente se debe pagar por ellos. Especialmente si no los necesitas. El cepillo de dientes eléctrico promedio oscila entre $20 y $50, y los de gama alta se venden por hasta $200 o incluso más; es decir, tienen Bluetooth. ¿Cepillos “manuales” normales? Puedes encontrarlos por tan solo un dólar aproximadamente.
Los cepillos eléctricos son ideales para quienes los necesitan. Por ejemplo, si tienes frenillos o si tienes problemas de destreza, un cepillo eléctrico puede marcar una gran diferencia. Sin embargo, la mayoría de los expertos parecen estar de acuerdo en que el impacto en la vida real del cambio de eléctrico a manual se puede replicar trabajando en esta técnica. El Dr. Tien Jiang, prostodoncista de la Facultad de Medicina Dental de Harvard, enfatizó el papel crucial de la técnica en una entrevista con Harvard Health.
“Es posible que tengas un cepillo que haga todo el trabajo por ti. Pero si no se tiene una excelente técnica de cepillado, se perderá la placa, incluso con un cepillo de dientes eléctrico”, aclaró el Dr. Jiang.
Centrarse en la técnica
Se amable con tus dientes. A menudo, las personas asocian erróneamente un cepillado agresivo con una buena salud bucal y golpean con fuerza el cepillo contra los dientes. Con el tiempo, esto causa más daño que bien, dañando sin querer las encías. En su lugar, opta por un enfoque amable.
Considera dividir tu boca en cuatro cuadrantes, asignando 30 segundos a cada uno. De esta forma, te aseguras limpiar hasta el último rincón de tu boca. También es un truco inteligente para combatir el aburrimiento y las distracciones porque, seamos realistas, esos dos minutos parecen una eternidad.
En lugar de recurrir a la fuerza, considera ajustar tu cepillo de dientes en diferentes ángulos. Como enfatiza el Dr. Jiang, los ángulos son un elemento crucial de una técnica eficaz.
“Las cerdas deben apuntar hacia las encías, donde se unen con los dientes, una unión donde se acumulan la placa y el cálculo. No quieres que las cerdas estén perpendiculares a tus dientes, en un ángulo de 90 grados, sino en ángulo, en un ángulo de 45 grados”, explicó el Dr. Jiang.
Cómo cuidar tu cepillo de dientes
La higiene bucal no termina con el uso de hilo dental y el cepillado. También es necesario guardar el cepillo de dientes correctamente. Por ejemplo, coloque siempre los cepillos en posición vertical. Esto ayuda a facilitar un secado al aire más rápido, previniendo el crecimiento bacteriano y todo tipo de cosas desagradables. Ahora, aquí hay algunos otros consejos generales a seguir:
¡No lo compartas!: Esto es un poco obvio pero es necesario decirlo. Nunca compartas cepillos de dientes personales. No es lindo ni higiénico; simplemente no lo hagas.
Ventilación: No cubras tu cepillo de dientes, al menos no en un recipiente completamente hermético. Aunque pueda parecer una buena idea, un ambiente congestionado puede fomentar el crecimiento bacteriano en lugar de inhibirlo. Los CDC recomiendan mantener el cepillo de dientes en un lugar con flujo de aire adecuado y, preferiblemente, en su vaso o soporte.
Mantenlo separado: si compartes el baño con alguien, asegúrate de mantener los cepillos separados entre sí para evitar cualquier posibilidad de contaminación cruzada.
No te excedas: las prácticas de higiene son buenas, pero las tendencias hipocondríacas no. Pasar el cepillo bajo el agua y enjuagarlo después de cada uso es suficiente. Evita intentar desinfectarlo con lavavajillas o soluciones de enjuague bucal, y no es necesario secarlo en el microondas ni exponerlo a la luz ultravioleta. Un buen lavado es suficiente.
La gran pregunta: ¿realmente necesitas un cepillo de dientes nuevo si estás enfermo?
En un estudio de 2013, investigadores de la Rama Médica de la Universidad de Texas (UTMB) en Galveston intentaron responder a la pregunta de si podrías contraer estreptococos (nuevamente) con el cepillo de dientes. La realización de dos series de experimentos, la primera en condiciones de laboratorio, reveló que todos los cepillos, incluidos dos cepillos de control mantenidos separados, dieron positivo para la presencia de estreptococos del grupo A (GAS).
En el segundo experimento, realizado en condiciones del mundo real, los investigadores tomaron muestras de 14 pacientes con estreptococo, 13 pacientes con dolor de garganta (pero sin estreptococo) y 27 pacientes sanos sin dolor de garganta ni estreptococo. Se pidió a los participantes que se cepillaran los dientes y los investigadores controlaron los cepillos para detectar cualquier signo de crecimiento de bacterias. Sorprendentemente, sólo uno de los cepillos cultivó la bacteria GAS. En particular, este cepillo en particular no perteneció a ningún participante con estreptococos o dolor de garganta. En cambio, ¡fue de uno de los participantes sanos!
La Dra. Judith L. Rowen, coautora del estudio y miembro de la facultad de pediatría del Departamento de Pediatría de la UTMB, concluyó que sus hallazgos respaldan una conclusión sencilla: no es el fin del mundo si te olvidas de tirar tu cepillo después del estreptococo. Contraer estreptococos nuevamente no está garantizado. En sus propias palabras, la Dra. Rowen dice que “probablemente no sea necesario tirar el cepillo de dientes después de un diagnóstico de faringitis estreptocócica”.
Fuente: ZME Science.