En 2018, un cirujano científico de Nueva York y su equipo demostraron en un estudio de prueba de concepto que un procedimiento mínimamente invasivo podría tratar eficazmente una de las afecciones más comunes del mundo que requieren intervención neuroquirúrgica. La afección se llama hematoma subdural crónico, una acumulación de sangre y productos de degradación sanguínea en la superficie del cerebro, justo debajo de la duramadre, la cubierta protectora del cerebro. La masa es causada por vasos dañados que de manera crónica pierden sangre entre el cerebro y la duramadre. Los factores de riesgo de la anomalía, que puede alcanzar un tamaño significativo, incluyen edad avanzada; traumatismo craneoencefálico no tratado; uso prolongado de agentes anticoagulantes, como warfarina, o tratamiento prolongado con medicamentos antiinflamatorios, como ibuprofeno.
Ahora, los médicos de Stony Brook Medicine, una división de la Stony University en Long Island, informan que el nuevo método no sólo es efectivo para aliviar el hematoma subdural crónico, sino que está destinado a reemplazar la cirugía invasiva de la vieja escuela para eliminar la acumulación de sangre. El nuevo método de tratamiento se llama embolización de la arteria meníngea media (MMAE), y se basa en un líquido inyectable para tapar la fuga. Los estudios realizados en todo el mundo demuestran que es seguro, eficaz y elimina los riesgos de la cirugía. La investigación en Stony Brook condujo a un estudio global del procedimiento, y los médicos ahora han demostrado que el nuevo método no sólo detiene la fuga, sino que obliga al hematoma a retroceder permanentemente.
“Este es un procedimiento que literalmente cambiará la forma en que se trata a los pacientes con la enfermedad craneal más común que tratamos”, dijo a Medical Xpress el Dr. David Fiorella, investigador principal global del ensayo clínico multicéntrico.
En un artículo en el Journal of NeuroInterventional Surgery, Fiorella y el coautor, el Dr. Adam S. Arthur, de la Universidad de Tennessee, enfatizaron que el MMAE “podría cambiar fundamentalmente el paradigma de tratamiento del hematoma subdural crónico, estableciendo el MMAE como una terapia alternativa superior”.
El estándar de atención durante décadas ha sido la cirugía, que fue diseñada para proporcionar drenaje mediante la perforación de un orificio en el cráneo o la realización de una craneotomía, la extirpación quirúrgica de una porción del cráneo para liberar la sangre acumulada. Si bien estos procedimientos pueden aliviar la masa, un hematoma subdural crónico puede reaparecer a pesar del intento altamente invasivo de eliminarlo. La tasa de recurrencia llega hasta el 20%, según han demostrado los estudios.
Peor aún, la cirugía suele ser mal tolerada por una amplia población de pacientes: personas con afecciones cardíacas y pulmonares, así como personas mayores, en particular aquellas que toman agentes anticoagulantes. Los datos muestran que las tasas de mortalidad al año después de la cirugía pueden llegar al 30% en pacientes de alto riesgo.
Fiorella, pionera en procedimientos neurointervencionistas, describe el hematoma subdural crónico como una afección insidiosa que se desarrolla lentamente, a menudo durante semanas o meses. La masa puede ejercer presión sobre el cerebro y provocar una variedad de síntomas: dificultad para hablar, olvidos, deterioro de la función motora e incluso coma.
Dijo que la afección es “probablemente una causa subdiagnosticada de demencia”. Pero la buena noticia es que la demencia derivada de un hematoma subdural crónico suele ser reversible.
El retrato clásico de un paciente con hematoma subdural crónico tiende a ser el de una persona mayor. A medida que la masa aumenta de tamaño, los pacientes comienzan a experimentar los efectos devastadores. “Estos pacientes generalmente presentan dolor de cabeza y presión y es posible que no hablen tanto como antes”, dijo Fiorella, refiriéndose a la disminución de la capacidad del habla.
El nuevo enfoque utiliza un líquido especializado que se inyecta en las arterias meníngeas medias a través de un microcatéter. El agente embólico líquido bloquea (emboliza) los vasos sanguíneos anormales que son responsables de la fuga crónica de sangre hacia la superficie del cerebro. El agente embólico líquido se solidifica una vez que ingresa a la vasculatura. Los médicos ven cada paso del procedimiento mediante tecnología de imágenes.
La investigación de Fiorella condujo al ensayo clínico internacional denominado STEM (Squid Trial for the Embolization of the Middle Meningeal Artery for Treatment of Chronic Subdural Hematoma). El agente que bloquea la fuga se conoce como Squid (Calamar y no tiene nada que ver con las criaturas marinas).
El enorme potencial de un procedimiento mínimamente invasivo que es seguro y eficaz ha captado la atención de neurocirujanos de todo el mundo. En una investigación no relacionada con el análisis de Stony Brook, los médicos del Hospital Clínico San Carlos de Madrid escribieron en la revista RadioGraphics que la MMAE es un método prometedor. El equipo de Madrid colaboró con colegas en Tailandia para evaluar la efectividad del procedimiento mínimamente invasivo y concluyó que MMAE es la forma en que eventualmente se tratará el hematoma subdural crónico en todo el mundo.
“El hematoma subdural crónico es una afección médica frecuente con consecuencias potencialmente graves si no se trata”, escribieron Pérez-García y la Dra. Angela H. Schmolling en RadioGraphics.
“Aunque la extirpación quirúrgica ha sido tradicionalmente el método estándar de tratamiento, la embolización de la arteria meníngea media ha surgido como una alternativa mínimamente invasiva prometedora para reducir las recurrencias”, añadieron Pérez-García y Schmolling.
El ensayo STEM de Fiorella, que comenzó en noviembre de 2020, inscribió a 310 pacientes y se completó en mayo de 2023. Los resultados del ensayo clínico se anunciaron en la Conferencia Internacional sobre Accidentes Cerebrovasculares en febrero de 2024.
“Creo que estos resultados pueden cambiar las reglas del juego para el tratamiento del hematoma subdural crónico”, concluyó Fiorella. “Este nuevo procedimiento mínimamente invasivo puede, en última instancia, salvar y mejorar las vidas de miles de pacientes en todo el mundo”.
Fuente: Medical Xpress.