Según una investigación reciente, conectar nuestros mundos oníricos con nuestras realidades conscientes podría ser totalmente posible. Un nuevo estudio realizado por tres investigadores de la empresa de neurotecnología estadounidense REMspace ha demostrado que, con un poco de entrenamiento, algunos de nosotros podríamos reaccionar y responder a los dispositivos que nos rodean mientras soñamos “lúcidamente”.
El sueño lúcido es la capacidad de reconocer que estamos en un sueño mientras lo estamos. Es una habilidad que se puede entrenar, aunque aproximadamente la mitad de la población ha experimentado el fenómeno de forma espontánea.
El sueño lúcido, verificado por primera vez por científicos en 1975, ha intrigado a los investigadores desde entonces. Una de sus posibilidades más fascinantes se ha puesto ahora a prueba. En un experimento rudimentario, cinco soñadores lúcidos experimentados (incluidos dos de los investigadores) pudieron controlar los movimientos de un avatar virtual desde su estado de sueño en reacción a los disparadores LED que brillaban a través de sus ojos cerrados.
En medio del sueño REM (sueño con movimientos oculares rápidos), los participantes mantuvieron el control sobre un camión virtual, utilizando contracciones musculares en sus extremidades para evitar intencionalmente obstáculos representados por destellos brillantes de luz. Aunque los participantes en realidad no soñaron que estaban conduciendo, el concepto básico de responder a las señales mientras estaban dormidos podría llevar a nuevas formas de tender puentes entre los estados de sueño y el mundo de vigilia.
En el sueño REM, la mayoría de los músculos están en gran parte paralizados, pero durante los sueños lúcidos, aún se pueden producir microcontracciones. La empresa emergente de neurotecnología californiana REMspace desarrolló un equipo especial que puede detectar pequeñas contracciones de los músculos de las piernas y los brazos durante el sueño. Sin embargo, antes de que los participantes pudieran comenzar a conducir automóviles en sus sueños, primero tuvieron que aprender a responder mientras estaban despiertos.
El grupo fue entrenado para controlar los movimientos de un automóvil virtual en una pantalla con los ojos cerrados. Si el automóvil necesitaba girar para evitar un obstáculo, se proyectaban dos luces sobre los ojos cerrados de los participantes.
Un movimiento del brazo izquierdo o derecho haría girar el automóvil virtual en esa dirección respectiva. Mientras que la tensión de ambas piernas pondría el acelerador a fondo. Una vez que se superaba con éxito un obstáculo, se apagaban las dos luces.
Cuando los participantes habían entendido el sistema, era hora de probarlo mientras dormían. Los investigadores confirmaron que los individuos estaban en sueño REM mediante electrodos en su cráneo.
Desde su estado de sueño, los participantes hicieron saber a los investigadores que estaban listos para conducir haciendo al menos tres movimientos oculares consecutivos hacia la izquierda y la derecha. Luego se encendieron los motores del automóvil.
“Después de activar el avatar, los participantes recibieron señales de obstáculos inmediatamente si había algún obstáculo frente al objeto”, explican los investigadores de REMspace en un artículo revisado por pares.
“Los participantes tenían que correr, ponerse en cuclillas o tensar los cuádriceps y luego hacer giros con los brazos si aparecía un obstáculo”.
Al despertarse al día siguiente, los participantes tuvieron que informar verbalmente de su experiencia, explicando cómo respondieron a la tarea mientras dormían. Finalmente, cada participante intentó conducir el automóvil virtual y realizó 28 giros apropiados en total. Pero fue una tarea complicada, incluso para soñadores lúcidos experimentados.
Uno de los participantes cayó en un sueño lúcido cinco veces en tres noches, pero sólo dos veces intentó conducir el coche. La primera vez, hizo dos giros controlados, luego condujo el coche en línea recta durante un rato, antes de despertarse. La siguiente vez, hizo algunos giros controlados y algunos innecesarios, pero se despertó por los destellos de luz.
Otro participante logró hacer 17 giros controlados para evitar obstáculos virtuales mientras dormía. Sin embargo, una vez se le entumecieron las piernas y no pudo contraer los músculos.
Los investigadores de REMspace sospechan que la mayoría de las personas podrían ser entrenadas para lograr hazañas similares con la orientación adecuada. En otro estudio reciente, el mismo equipo enseñó a un soñador lúcido a contraer sus músculos para enviar “órdenes de voz” a su casa inteligente. Mientras dormía, pudo operar luces, una tetera eléctrica y una radio.
El estudio más reciente proporciona una posible prueba de concepto de que las personas que tienen sueños lúcidos pueden “recibir retroalimentación” sobre el estado de un sistema y “reaccionar a ella de manera adecuada”.
“La interacción bidireccional con un ordenador a partir de los sueños abre todo un campo de nuevas tecnologías”, afirma en un comunicado Michael Raduga, fundador de REMspace y líder del experimento.
“Ahora bien, estos avances son rudimentarios, pero pronto cambiarán la idea de las capacidades humanas”.
Por un lado, los investigadores dicen que necesitan mejorar sus sensores corporales, que no siempre fueron capaces de captar las sutiles sacudidas que los soñadores lúcidos decían que estaban tratando de hacer.
Sin embargo, con futuros desarrollos y más estudios relacionados, el equipo cree que podrían “[unir] los sueños y el reino físico”. Replicar los experimentos con equipos de investigadores más grandes e independientes también podría ayudar a confirmar las direcciones en las que podrían ir los estudios adicionales.
“El siguiente paso es demostrar el control bidireccional de objetos físicos (por ejemplo, robots, automóviles o drones)”, concluyen los investigadores de REMspace.
“Las funciones de los hogares inteligentes también podrían controlarse cómodamente desde [los sueños lúcidos]”.
Imagina preparar un café para la mañana mientras duermes…
El estudio se publicará en International Journal of Dream Research.
Fuente: Science Alert.