Si te cuesta hacer ejercicio en tu semana laboral, hay noticias alentadoras. Un nuevo estudio sugiere que incluir la actividad semanal recomendada en solo uno o dos días, como hacen los llamados “guerreros del fin de semana”, puede ofrecer beneficios de salud similares a hacer ejercicio a diario.
Los investigadores que analizaron a casi 90.000 participantes del proyecto UK Biobank descubrieron que las personas que hacían ejercicio durante el fin de semana tenían un riesgo menor de desarrollar más de 200 enfermedades en comparación con las que eran inactivas. Los efectos protectores coinciden con los observados en las personas que espacian sus entrenamientos a lo largo de una semana. Estos hallazgos son similares a otros estudios que llegaron a conclusiones similares, lo que demuestra que el volumen de actividad física puede ser más importante que la forma en que se distribuye a lo largo de la semana.
“Creo que esto es empoderador”, dijo el Dr. Shaan Khurshid, cardiólogo del Hospital General de Massachusetts, quien dirigió la investigación. “Muestra que, en términos de beneficios para la salud, es realmente el volumen de actividad física más que el patrón lo que importa. La clave es que, independientemente de cómo consigas ese volumen, lo hagas de la forma que te funcione a ti”.
Cómo funcionó el estudio
El equipo de investigadores analizó los patrones de salud y ejercicio de 89.573 personas que usaron dispositivos de muñeca para rastrear sus movimientos durante una semana. Según las directrices del NHS, quienes completaron al menos 150 minutos de ejercicio moderado a vigoroso en una semana se dividieron en grupos. Los que hacían ejercicio regularmente tenían entrenamientos distribuidos a lo largo de la semana. Mientras tanto, para los guerreros de fin de semana, la mayor parte del ejercicio se realizaba en uno o dos días. Las personas que no alcanzaban el objetivo semanal se consideraban inactivas.
Años después del seguimiento inicial del ejercicio, los investigadores observaron un claro beneficio para quienes cumplían con las pautas de ejercicio, ya fuera que hicieran ejercicio regularmente o solo los fines de semana. Los “guerreros de fin de semana” tenían un riesgo reducido de 264 afecciones de salud, que iban desde hipertensión y diabetes hasta trastornos del estado de ánimo y enfermedad renal. Los beneficios fueron similares a los observados en las personas que distribuyeron su actividad a lo largo de la semana.
En el caso de las afecciones cardiovasculares, los efectos fueron especialmente fuertes. El riesgo de hipertensión fue más de un 20% menor en ambos grupos de personas que hacían ejercicio, mientras que el riesgo de desarrollar diabetes se redujo en más del 40%.
El panorama general
Este no es el primer estudio que respalda el estilo de vida del “guerrero de fin de semana”. Se informaron hallazgos similares en 2017 y nuevamente en 2022. Todos estos estudios mostraron que hacer ejercicio solo un par de días a la semana estaba relacionado con un menor riesgo de morir de cáncer o enfermedades cardiovasculares en comparación con permanecer sedentario.
Pero una pregunta persistente era si el ejercicio es realmente responsable del menor riesgo de enfermedad, o si las personas que ya están más saludables simplemente tienen más probabilidades de hacer ejercicio. En el último estudio, los investigadores intentaron explicar esto excluyendo a los participantes que desarrollaron afecciones médicas dentro de los dos años posteriores al seguimiento.
Para algunos, los episodios concentrados de ejercicio pueden ser más convenientes que los entrenamientos diarios. Los investigadores señalaron que concentrarse en la actividad total podría ayudar a más personas a cumplir con las pautas de salud. Sin embargo, para aquellos que ya cumplen con las pautas, aumentar la frecuencia del ejercicio puede traer aún más beneficios para la salud.
Así pues, tanto si eres un deportista de fin de semana como si vas al gimnasio a diario, el mensaje es claro: cuando se trata de tu salud, lo que más cuenta es la cantidad total de actividad física.
Los resultados se publicaron en la revista Circulation.
Fuente: ZME Science.