La tos crónica afecta a aproximadamente 1 de cada 10 personas y, como tiene muchos desencadenantes potenciales, no es fácil de diagnosticar ni tratar. Pero una investigación reciente apunta a una nueva vía para explorar: se descubrió que la tos crónica podría ser hereditaria.
El tipo de tos también parece ser importante. Se descubrió que los padres a menudo transmiten la misma tos a sus hijos, ya sea una tos no productiva (seca) o una tos productiva que produce mucosidad o flema. No está claro qué condiciones genéticas y ambientales contribuyen a que la tos continúe a lo largo de una generación, aunque se están realizando análisis del genoma humano, según el equipo internacional responsable del estudio publicado en octubre.
“Estos resultados sugieren que existe un vínculo genético con la tos crónica”, dice el científico médico Össur Ingi Emilsson, de la Universidad de Uppsala en Suecia.
“Esto podría proporcionar una mejor comprensión de la aparición de la tos crónica, lo que en última instancia puede resultar en mejores tratamientos para esta afección difícil de tratar”.
Emilsson y sus colegas analizaron datos de 7.155 padres y 8.176 hijos adultos (de 20 años o más) en el norte de Europa. En las familias en las que uno de los padres tenía tos crónica no productiva, el 11% de los hijos también había desarrollado la misma tos.
A modo de comparación, sin tos crónica no productiva en los padres, el 7% de los niños tenía ese tipo de tos. Dicho de otro modo, si un padre tenía tos no productiva, la probabilidad de que su hijo la tuviera aumentaba un poco más del 50%.
El equipo tuvo en cuenta factores como el sexo, el asma y el tabaquismo, y la asociación se mantuvo. También se encontró un vínculo con la tos productiva, aunque en este caso los otros factores redujeron la significación estadística.
“Se observó una relación similar con la tos productiva, pero en esos casos el tabaquismo tuvo un mayor impacto en la prevalencia”, dice Emilsson.
Un estudio de tratamiento ya ha comenzado a investigar más a fondo este tema: los investigadores esperan identificar las variantes genéticas específicas vinculadas a la tos crónica, que luego podrían ser objeto de medicamentos terapéuticos.
Tener una tos que no se puede eliminar reduce en gran medida la calidad de vida de una persona y se ha relacionado con tener que tomar muchas más bajas laborales. Comprender el papel que desempeña la genética en su desarrollo será importante para garantizar que menos personas desarrollen la afección en el futuro. En otro estudio, un equipo que incluía a algunos de los mismos investigadores analizó datos de 62.963 adultos en Suecia y descubrió que entre 2016 y 2018 solo el 1-2% de la población buscó ayuda para la tos crónica, la mayoría de ellas mujeres de entre 40 y 70 años.
“Para mí, fue inesperado que solo el 1-2% de los pacientes buscaran ayuda para una tos molesta cuando más del 10% están afectados”, dice Emilsson. “Esto puede explicarse en parte por la falta de tratamientos efectivos”.
La investigación ha sido publicada en el European Respiratory Journal.
Fuente: Science Alert.