Un extraño fenómeno meteorológico conocido como DANA ha provocado inundaciones repentinas y catastróficas en Valencia, España, esta semana. Más de 155 personas han muerto y decenas siguen desaparecidas en lo que los meteorólogos llaman uno de los peores desastres naturales de los últimos tiempos.
El martes 29 de octubre, algunas zonas recibieron el equivalente a un año de lluvia en tan sólo unas horas, lo que desencadenó inundaciones masivas que devastaron pueblos enteros y dejaron a miles de personas varadas. En algunas zonas, las precipitaciones alcanzaron hasta 500 litros por metro cuadrado.
La causa de este desastroso clima es un fenómeno que se forma en el Mediterráneo llamado Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA). Fue la DANA más grave registrada en el siglo XXI, comparable a la catastrófica “Pantanada de Tous” de 1982, según la Agencia Estatal de Meteorología de España (Aemet).
¿Qué es una DANA?
Las DANA son versiones intensificadas de lo que se conoce como “gota fría”, que se produce cuando una masa de aire cálido choca con una masa de aire frío estancado a una altitud de unos 9.000 metros. En la atmósfera superior hay una corriente de viento muy fuerte que rodea la Tierra como un cinturón. A veces, esta corriente comienza a oscilar, pareciendo más una serpiente que un cinturón. Cuando esto sucede, la oscilación puede “atascarse”, permitiendo que la masa de aire frío se quede en un lugar. En esta ocasión, ocurrió sobre el sureste de España.
Una DANA se produce cuando este aire frío se encuentra con aire muy cálido cerca de la superficie, especialmente sobre las aguas cálidas del Mediterráneo. Esta combinación crea una diferencia de temperatura significativa entre las diferentes capas de la atmósfera, lo que a su vez hace que el aire cálido ascienda fácilmente y se sature de vapor de agua. Si a este contraste de temperaturas se suma la humedad y la energía del Mediterráneo, que es muy cálido después de los meses de verano, el resultado son fuertes tormentas y lluvias torrenciales.
“Los vientos pueden no ser tan violentos como los de un huracán, pero en términos de precipitaciones e intensidad, incluso pueden superarlos. Estos eventos pueden causar daños materiales y pérdidas de vidas tan importantes como los de un huracán promedio”, dijo a Live Science Jorge Olcina, director del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante.
Iago Pérez, geocientífico de la Universidad de Oxford, describió las DANA como uno de los fenómenos meteorológicos más peligrosos en España, y señaló que “liberan enormes cantidades de agua en muy poco tiempo”.
Las DANA se forman solo sobre España, pero patrones climáticos similares, llamados ciclones extratropicales, se forman en el Atlántico frente a Uruguay y Argentina, dijeron los investigadores. El 29 de octubre, la DANA se mantuvo sobre la misma área durante más de 12 horas, lo que lo convirtió en el día más intenso del evento meteorológico, que se espera que continúe con menor intensidad hasta el domingo 3 de noviembre. Las DANA utilizan agua cálida como “combustible”, dijo a Live Science la meteoróloga Mar Gómez.
La DANA se encontró con temperaturas del agua en torno a los 22°C en la costa de Valencia, cuando lo habitual para esta época del año ronda los 21°C. Esa diferencia puede parecer pequeña, pero es suficiente para dotar de energía extra al sistema de tormentas, lo que puede “desencadenar una cascada de lluvias en un periodo muy corto”, afirma Olcina. “Estas lluvias se pueden caracterizar como monzónicas”.
¿Qué tiene que ver el cambio climático?
Gómez y Olcina coinciden en que la severidad de la DANA de esta semana está directamente relacionada con el cambio climático. Pérez, sin embargo, cree que atribuir el fenómeno al calentamiento global requiere un análisis más profundo.
El mar Mediterráneo es una de las cuencas marinas que más se ha calentado en las últimas décadas. Actúa como “correa de transmisión de humedad y energía”, explica Olcina. Desde los años 80, la temperatura media del Mediterráneo ha aumentado 1,5°C, casi el doble del aumento de la temperatura del aire en la región durante el mismo periodo. “Desde 2020, los veranos en la península Ibérica han registrado temperaturas récord y este año la temperatura superficial del mar ha superado los 29 ºC”, afirma Olcina.
Este calentamiento ha alterado el calendario de las DANA, ya que ahora el Mediterráneo comienza a calentarse en mayo y mantiene ese calor hasta noviembre. En comparación, durante las décadas de 1980 y 1990, este fenómeno se producía generalmente en septiembre y octubre. En la actualidad, se estima que cada año se forman entre un 15% y un 20% más de DANA en comparación con hace seis décadas. Para los investigadores, este episodio ofrece lecciones importantes, empezando por la necesidad de mejorar los protocolos de comunicación de alerta temprana.
“Cuando hay víctimas mortales, significa que algo ha ido mal. Hay que mejorar la comunicación y la anticipación de estos eventos”, afirma Gómez.
El cambio climático probablemente provocará eventos de precipitaciones intensas y excepcionales más frecuentes. Esto subraya la necesidad urgente de adaptar los sistemas de prevención y protección y de reestructurar las áreas vulnerables para reducir los riesgos asociados a un clima cada vez más extremo, afirma Olcina.
Fuente: Live Science.