Los mosquitos genéticamente modificados con semen tóxico podrían ser una nueva arma contra las enfermedades tropicales, dijeron científicos australianos después de probar el novedoso método de control de plagas. La “técnica del macho tóxico” tiene como objetivo criar mosquitos que expresen proteínas venenosas en su semen, matando a las hembras después del apareamiento. Los mosquitos hembras son el objetivo porque sólo ellos pican y beben sangre, propagando así enfermedades como la malaria y el dengue.
El científico Sam Beach de la Universidad Macquarie de Australia dijo que el método “podría funcionar tan rápidamente como los pesticidas sin dañar también a las especies beneficiosas”.
“Esta solución innovadora podría transformar la forma en que manejamos las plagas, ofreciendo esperanza para comunidades más saludables y un futuro más sostenible”.
Los primeros ensayos de prueba de concepto utilizaron moscas de la fruta, una especie común de laboratorio preferida por su corto ciclo de vida de dos semanas. Las moscas hembras que se reprodujeron con machos “tóxicos” tuvieron una esperanza de vida significativamente reducida, descubrieron los científicos. El investigador Maciej Maselko dijo que el equipo ahora probará el método en mosquitos.
“Todavía tenemos que implementarlo en mosquitos y realizar pruebas de seguridad rigurosas para garantizar que no haya riesgos para los humanos ni para otras especies no objetivo”, dijo.
Los investigadores dijeron que habría que modificar genéticamente a los mosquitos para que solo expresaran el semen tóxico una vez liberados en la naturaleza. Esto podría hacerse mediante las llamadas técnicas de “expresión condicional”, que utilizan sustancias químicas u otros desencadenantes biológicos para activar o desactivar genes específicos a voluntad. Esto permitiría que los machos venenosos se aparearan con éxito con las hembras en condiciones de laboratorio, produciendo suficiente descendencia viable para que la técnica se pueda ampliar.
La ingeniería genética se ha utilizado durante años para controlar las poblaciones de mosquitos que transmiten enfermedades. Por lo general, estos enfoques ralentizan la reproducción liberando hordas de insectos machos que están modificados genéticamente para ser estériles. Los modelos informáticos mostraron que las técnicas que matan activamente a las hembras que pican podrían ser mucho más efectivas, dijo el equipo de investigación.
La investigación fue descrita en un artículo publicado por la revista revisada por pares Nature Communications el martes por la noche.
Fuente: Science Alert.