Estudio analiza cómo la manosfera radicaliza a los hombres jóvenes

Política y sociedad

Generalmente comienza con un video. Un joven, navegando sin rumbo por las redes sociales, se encuentra con un carismático influencer masculino que habla sobre la llamada caída de la masculinidad. El hombre en la pantalla se muestra confiado y seguro de sí mismo. Habla con un aire de autoridad. Dice algo como que el feminismo ha ido demasiado lejos; las mujeres ya no solo buscan la igualdad, sino que están quitándole algo a los hombres. Dice que la sociedad está manipulada contra los hombres, que los jóvenes deben “contraatacar” y reclamar su poder, su dominio.

Muchos de estos videos acumulan millones de vistas. Al principio, los jóvenes miran con una leve curiosidad. Luego, después de un tiempo, el algoritmo les muestra otro video; y otro más. Esa es la puerta de entrada a un mundo en línea conocido como la manosfera. La manosfera es una red vagamente conectada de influencers de redes sociales, blogueros y participantes de foros. Fomentan ideas autoritarias y agresivas sobre la masculinidad. Aquí, las mujeres son deseadas y despreciadas a la vez: se las ve como manipuladoras, engañosas y, en última instancia, responsables de las luchas masculinas.

La manosfera no es nueva. Durante más de una década, ha servido como incubadora de creencias misóginas. Internet está plagado de comunidades que van desde espacios de autoayuda para hombres en dificultades hasta grupos radicalizados que promueven represalias violentas. Lo que sí es nuevo, sin embargo, es su creciente influencia en las generaciones más jóvenes a través de un grupo de personalidades muy visibles de las redes sociales conocidas como manfluencers.

Gracias a estos influencers, la manosfera ya no está al margen de Internet. Los canales populares cuentan con millones de seguidores en plataformas como YouTube, TikTok e Instagram. Han llegado al mainstream e incluso a la política de alto nivel. Presentan sus mensajes en videos ingeniosos y digeribles. A menudo mezclan consejos de superación personal con una retórica que enmarca a las mujeres y al feminismo como la raíz del desempoderamiento masculino.

El auge de los manfluencers ha coincidido con un preocupante aumento de las actitudes misóginas. Una nueva investigación analizó si existe una conexión entre ambos y si la manosfera está haciendo que los hombres sean más misóginos.

Más que una coincidencia
La investigación, realizada en Suecia, combinó una encuesta a gran escala (con 2.857 participantes masculinos) y dos experimentos controlados. Los resultados fueron contundentes: los hombres jóvenes que seguían a más manfluencers eran significativamente más propensos a deshumanizar a las mujeres. La exposición a contenido misógino de los influencers también aumentó la desconfianza hacia las mujeres, en particular entre aquellos que habían experimentado un rechazo romántico en el pasado.

En uno de los experimentos, se mostró a los hombres jóvenes una publicación ficticia de un manfluencer que advertía que las mujeres estaban “tomando posiciones de liderazgo en la sociedad” y que esta tendencia “debe detenerse”. La exposición a este contenido llevó a los participantes a informar una mayor desconfianza hacia las mujeres. Este efecto fue particularmente fuerte entre aquellos que se habían sentido rechazados románticamente en el pasado.

El segundo experimento probó si la exposición a contenido de manfluencers que enmarca el feminismo como una amenaza aumenta las actitudes misóginas. Los investigadores mostraron a los participantes masculinos suecos una publicación ficticia en las redes sociales que advertía que las mujeres estaban ganando poder a expensas de los hombres o una publicación neutral, no amenazante y sin relación con el género. Después, los participantes calcularon el porcentaje de casos de acoso sexual que creían que se habían denunciado falsamente, una medida de su desconfianza hacia las mujeres.

Los resultados mostraron que los hombres expuestos a la publicación del manfluencer tenían más probabilidades de creer que las mujeres inventan denuncias de acoso. Una vez más, el efecto fue más fuerte entre los hombres que anteriormente se habían sentido rechazados por las mujeres.

Una batalla cultural por las mentes jóvenes
Suecia puede parecer un lugar extraño para un estudio de este tipo, dado que es uno de los países más igualitarios del mundo. Sin embargo, Suecia tiene el mayor número per cápita de usuarios en foros misóginos. Estudios anteriores han descubierto que Suecia es un “punto caliente para los incels”. Los autores del estudio señalan que esta paradoja refleja una reacción global más amplia contra el feminismo, donde la creciente igualdad de género provoca una contrarreacción entre algunos hombres que se sienten abandonados.

Los factores políticos también influyen. El partido populista de derecha sueco, los Demócratas de Suecia, ha ganado popularidad, en parte por apelar a normas de género conservadoras. El estudio descubrió que los hombres jóvenes que se identificaban con ideologías de derecha eran más propensos a albergar opiniones misóginas y seguir a los manfluencers. Muchos países tienen un partido político que es similar en este sentido.

En última instancia, este estudio pinta un panorama desalentador. La manosfera no es solo un rincón de Internet; es una fuerza influyente que moldea activamente las creencias de la próxima generación y está haciendo que los hombres sean más misóginos y radicalizados. Si los hombres jóvenes se sienten amenazados por el progreso social, es posible que recurran cada vez más a figuras que validen sus miedos y refuercen las visiones misóginas del mundo.

Los algoritmos de las redes sociales también juegan un papel en la amplificación de estos mensajes, creando un ciclo de retroalimentación que profundiza las actitudes misóginas. Una vez que un joven interactúa con el contenido de un influencer (ya sea viendo un video, haciendo clic en Me gusta en una publicación o incluso haciendo una pausa para leer), los algoritmos de la plataforma detectan su interés y le ofrecen más de lo mismo. Con el tiempo, su muro se convierte en una cámara de resonancia, lo que refuerza la idea de que el feminismo es una amenaza y que las mujeres son las culpables de los problemas masculinos.

Estas figuras en línea no solo ofrecen consejos sobre citas o estilo de vida. Están cambiando activamente la forma en que los hombres jóvenes perciben a las mujeres, las relaciones y la igualdad de género, una recomendación algorítmica a la vez.

El estudio fue publicado en la revista Manosphere.

Fuente: ZME Science.

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