Cuando Pokémon Go se lanzó por primera vez en 2016, parecía pura magia. El juego enviaba a los jugadores al aire libre, a parques y calles de la ciudad, transformando los vecindarios en campos de batalla digitales y Pokeparadas. No era solo un juego, era un movimiento. Pero resulta que no se trataba solo de atrapar Pokémon.
Si nos adelantamos a la actualidad, se ha descubierto que los jugadores de Pokémon Go han estado haciendo más que simplemente jugar. Han estado alimentando una inteligencia artificial, una que no sólo entiende el mundo, sino que aprende de él, de manera muy similar a un ser humano. El desarrollador del juego, Niantic, ha estado construyendo silenciosamente lo que llama un Gran Modelo Geoespacial (LGM, por sus siglas en inglés), un mapa impulsado por IA que algún día podría impulsar la próxima generación de realidad aumentada (RA), robótica e incluso sistemas militares.
Para decirlo sin rodeos: mientras creías que estabas entrenando a tu Pikachu, en realidad estabas entrenando a la IA de Niantic para entender el mundo.
Cómo Niantic convirtió a Pokémon Go en un campo de entrenamiento de IA sigiloso
Si no estás familiarizado con Pokémon, la franquicia comenzó en la década de 1990 con una serie animada japonesa. Hoy en día, Pokémon abarca videojuegos, cartas coleccionables, programas de televisión y películas. La idea principal es que los jugadores, conocidos como Entrenadores, capturen y entrenen criaturas ficticias llamadas Pokémon. Los protagonistas del anime a menudo luchan contra el Equipo Rocket, la organización antagonista ficticia.
Con Pokémon Go, Niantic llevó la querida franquicia al mundo real, permitiendo a los jugadores atrapar, entrenar y luchar contra criaturas usando sus teléfonos inteligentes. El juego tuvo tanto éxito que Niantic se hizo conocida por ser pionera en experiencias de realidad aumentada (RA) basadas en la ubicación y básicamente estableció el estándar para todos los proyectos posteriores.
Niantic, que originalmente era parte de Google, ya había experimentado con mapas de realidad aumentada en su juego anterior, Ingress, pero Pokémon Go llevó el concepto al mainstream, fusionando la nostalgia con la tecnología de vanguardia. El éxito del juego convirtió las calles, los parques y los puntos de referencia de la ciudad en arenas virtuales, fomentando la interacción social y la exploración. Sin embargo, debajo de su exterior lúdico, Pokémon Go también estaba sentando las bases para algo mucho más grande: un vasto mapa del mundo real impulsado por IA, construido sin saberlo por sus jugadores.
Básicamente, cuando los jugadores realizan ciertas actividades que ofrecen información sobre el mundo real, éstas pueden convertirse en datos de entrenamiento para el modelo geoespacial.

Un anuncio que dejó atónitos a los jugadores
La publicación del blog de Niantic que anuncia su LGM (Large Geospatial Model) explica las ambiciones de la empresa en materia de inteligencia artificial. De manera muy similar a cómo los modelos de lenguaje de gran tamaño (LLM, por sus siglas en inglés), como ChatGPT de OpenAI, han aprendido a procesar y generar texto similar al humano, un modelo geoespacial de gran tamaño tiene como objetivo hacer lo mismo en el mundo físico.
Esta IA no solo crea un modelo 3D, sino que también entiende el espacio. Puede reconocer el trazado de una calle de la ciudad, diferenciar entre edificios y árboles e incluso anticipar lo que hay a la vuelta de la esquina basándose en millones de otras ubicaciones que ha visto. El Sistema de Posicionamiento Visual (VPS) de Niantic, entrenado con más de 50 millones de redes neuronales y 150 billones de parámetros, ya está operativo en más de un millón de ubicaciones.
Así que aquí está el quid de la cuestión: los jugadores de Pokémon Go no solo coleccionaban Pokémon. Eran, en esencia, cartógrafos no remunerados de uno de los proyectos de mapeo con IA más sofisticados que se hayan intentado jamás. Es cierto que el LGM no recopila todos los datos de todos los jugadores de Pokémon Go en todo momento. En cambio, recopila datos de forma selectiva en casos específicos, principalmente a través de escaneos voluntarios de ubicaciones del mundo real. Mashable describe cómo Niantic animó a los jugadores a escanear Poképaradas, capturando imágenes de alta resolución y etiquetadas con GPS de ubicaciones del mundo real.
Cada escaneo se suma a un mapa neuronal en crecimiento: una comprensión detallada del mundo impulsada por IA. A diferencia de los mapas digitales tradicionales, que se basan en datos a nivel de calle de satélites y automóviles, esta base de datos proviene de una perspectiva peatonal. Captura callejones, parques ocultos y lugares inaccesibles para los vehículos.
¿Pikachu está entrenando a los militares?

A primera vista, el proyecto de Niantic parece innovador, y lo es. Podría dar lugar a aplicaciones de realidad aumentada más inteligentes, mejores herramientas de navegación e incluso experiencias de juego más inmersivas. Mejoraría mucho el juego en sí, pero esta historia tiene un lado oscuro.
Los datos que han generado los jugadores de Pokémon Go podrían utilizarse para mucho más que simplemente jugar. La analista de Open Source Intelligence Elise Thomas señala que los mismos modelos de IA utilizados para mejorar las gafas de realidad aumentada también podrían ayudar a la vigilancia militar o al seguimiento de las fuerzas del orden. Si una IA puede “ver” el mundo tan bien como un humano, también puede utilizarse para la seguridad, la vigilancia e incluso la vigilancia predictiva.
Y luego está la cuestión del consentimiento. ¿Se dieron cuenta los jugadores de que estaban entrenando a una IA cuando se inscribieron para capturar Pokémon? Niantic enfatiza que todo escaneo era opcional, pero muchos jugadores no tenían idea de hasta qué punto su juego estaba moldeando los modelos de IA.
“Utilizamos escaneos de ubicaciones públicas del mundo real aportados por los jugadores para ayudar a construir nuestro gran modelo geoespacial. Esta función de escaneo es completamente opcional: las personas deben visitar una ubicación pública específica y hacer clic para escanear. Esto permite a Niantic ofrecer nuevos tipos de experiencias de realidad aumentada para que las personas disfruten. El simple hecho de caminar jugando nuestros juegos no entrena un modelo de IA”, escribe Niantic.
Entonces… ¿Pokémon Company fue todo el tiempo el Equipo Rocket?
El LGM de Niantic no es un plan malvado, pero sí plantea serias preguntas sobre la privacidad de los datos, la ética de la IA y el papel de la gente común en el entrenamiento de la IA. El Equipo Rocket, los infames villanos de Pokémon, eran conocidos por usar trucos para explotar a los Pokémon para su propio beneficio. ¿Niantic hizo lo mismo? Depende de cómo lo mires.
Por un lado, los jugadores participaban voluntariamente en el juego, se divertían y exploraban sus ciudades. Por otro, sin saberlo, contribuían a un experimento global de inteligencia artificial que podría dar forma al futuro de la inteligencia artificial, para bien o para mal.
Como en una verdadera batalla Pokémon, el resultado depende de cómo Niantic decida utilizar esta poderosa tecnología. ¿Se utilizará para el bien, impulsando la próxima generación de realidad aumentada inmersiva? ¿O se utilizará para fines de vigilancia y control?
Ahora está claro que Pokémon Go era más que un juego: era una prueba preliminar de algo mucho más grande. Niantic imagina un futuro en el que la realidad aumentada, la cartografía impulsada por IA y la inteligencia geoespacial se fusionan para crear un nuevo panorama digital, uno en el que las computadoras no solo almacenan información sobre ubicaciones, sino que las entienden.
Fuente: ZME Science.