No importa la edad que tengas o lo duro que sea tu plan de ejercicios: cualquier actividad física que estés haciendo probablemente esté ayudando a tu cerebro, según la revisión general más grande y más completa hasta la fecha. En el análisis masivo de datos, los niños y adolescentes experimentaron los mayores beneficios del ejercicio en la memoria, mientras que las mayores ganancias en la función ejecutiva, que se relaciona con la planificación y la resolución de problemas, se observaron en personas con TDAH.
Sin embargo, al considerar la cognición en general, todos los grupos de edad mostraron resultados similares. Además, estos beneficios no variaron según la intensidad, la duración ni la frecuencia de las sesiones de ejercicio.
Incluso los videojuegos que requieren movimiento físico mostraron efectos positivos en el cerebro. De hecho, algunos de los mejores resultados en cognición y memoria se atribuyeron a los “exergames”, como Pokémon Go, así como a actividades mente-cuerpo, como el taichí.
“Este es un hallazgo alentador, ya que sugiere que las actividades atractivas y de bajo impacto pueden ofrecer beneficios cognitivos reales”, dice el autor principal e investigador de salud Ben Singh de la Universidad del Sur de Australia.
“La mayoría de las formas de ejercicio parecen efectivas”, explican SIngh y su equipo, “incluidas actividades de intensidad baja, exergaming y prácticas mente-cuerpo como yoga y tai chi, lo que hace del ejercicio una intervención accesible y versátil”.
El metaanálisis abarca 133 revisiones sistemáticas, que incluyen 2724 ensayos controlados aleatorizados y más de 250.000 participantes. Reúne una increíble cantidad de información para explorar la relación entre el ejercicio y la cognición como nunca antes.
Hasta la fecha, numerosos estudios han demostrado que incluso breves sesiones de ejercicio físico pueden ser beneficiosas para la memoria y el aprendizaje a corto plazo, y posiblemente también a largo plazo. Sin embargo, en el pasado, las revisiones se han centrado en cómo ciertos tipos de actividad, como el ejercicio de alta o baja intensidad, podrían afectar a individuos específicos, como adultos mayores, niños o personas con trastornos cognitivos o enfermedades neurológicas.
“Si bien cada una de estas revisiones ha brindado información valiosa sobre el impacto que el ejercicio puede tener en la función cognitiva y la memoria”, escriben los autores del nuevo metaanálisis, “…es necesario evaluar exhaustivamente el impacto de todos los ejercicios en la cognición general, la memoria y la función ejecutiva en todas las poblaciones”.
El equipo sólo pudo identificar otra revisión general disponible, y se centró únicamente en individuos sanos, y descubrió que los efectos del ejercicio sobre la cognición no eran concluyentes. La nueva revisión considera a participantes sanos y no sanos de todas las edades que participaron en ensayos controlados aleatorizados. Estos ensayos están diseñados para revelar efectos reales, no solo asociaciones.
Cuando Singh y sus colegas revisaron 107 metanálisis, descubrieron que el ejercicio mejoraba significativamente la cognición general, en todos los grupos de edad y modalidades de ejercicio. Sólo al dividir la cognición en memoria y función ejecutiva, empezaron a notar diferencias entre estos subgrupos y modalidades de ejercicio.
Algunos de los mejores resultados cognitivos, por ejemplo, se asociaron con ejercicios que enfatizan patrones de movimiento complejos, como el yoga, el taichí y los exergames. Estos son ejercicios de baja intensidad, pero podrían proporcionar a nuestro cerebro un entrenamiento único. Los autores de la revisión general admiten que muchos de los ensayos que incluyeron evaluaron la cognición de una manera que busca el deterioro en lugar de evaluar la variación entre los niveles individuales de función cognitiva.
Esto sugiere que los resultados actuales son un «efecto techo». En otras palabras, algunas personas podrían beneficiarse más del ejercicio, pero todas muestran mejoras hasta cierto punto.
“Esta revisión proporciona evidencia sólida para que los profesionales de la salud recomienden con confianza el ejercicio como una intervención eficaz para mejorar la cognición general, la memoria y la función ejecutiva en pacientes de todas las edades y estados de salud”, escriben los autores de la revisión general.
Si bien la evidencia existente destaca la necesidad de realizar más estudios de alta calidad para confirmar y refinar estos hallazgos, esta revisión respalda firmemente el papel del ejercicio en la promoción de la función cognitiva y la salud general.
El estudio fue publicado en BMSJ.
Fuente: Science Alert.