Hongo común del intestino podría proteger contra enfermedad del hígado graso, según estudio

Salud y medicina

Están sucediendo muchas cosas en los abundantes microbiomas de nuestros intestinos, y constantemente hacemos nuevos descubrimientos sobre estos bulliciosos ecosistemas en miniatura, incluido un nuevo estudio que identifica un hongo simbiótico que podría combatir las enfermedades hepáticas. El hongo en cuestión es Fusarium foetens, y los investigadores dirigidos por un equipo de la Universidad de Pekín en China descubrieron que en modelos de ratón, era eficaz para detener una enfermedad del hígado graso conocida como esteatohepatitis asociada a disfunción metabólica o MASH por sus siglas en inglés.

Más precisamente, fue el compuesto FF-C1 producido por F. foetens el que marcó la diferencia. Los ratones con una enfermedad similar a la MASH tratados con el hongo mostraron mejoras significativas en la salud hepática, incluyendo niveles más bajos de inflamación y menos cicatrices.

El equipo estudió las reacciones químicas desencadenadas por el hongo en ratones. Zhou et al., 
Science, 2025.

“Varias observaciones han demostrado que las bacterias y los hongos interactúan en el intestino, donde se influyen mutuamente a través de diversos grados de simbiosis”, escriben los investigadores en su artículo publicado.

“Nuestro modelo es que la elevación de F. foetens en el intestino conduce a la generación de FF-C1, que ingresa al epitelio intestinal mediante un mecanismo poco claro”.

Tras recoger muestras de heces de 100 personas en diferentes partes de China, el equipo utilizó un método recientemente desarrollado para aislar y cultivar las diferentes especies de hongos potencialmente presentes en la microbiota intestinal de estos voluntarios. Esto proporcionó a los investigadores 161 especies diferentes de hongos. La ubicuidad de F. foetens en las muestras y su capacidad de adaptación a entornos con poco oxígeno lo convirtieron en un candidato ideal para futuros experimentos con ratones.

Además de identificar los beneficios para la salud del hígado, el estudio también describió parte de la forma en que parece estar funcionando el hongo: parece que el químico FF-C1 amortigua la actividad de una enzima llamada ceramida sintasa 6 (CerS6), que vive en el revestimiento del intestino y ayuda a producir grasas en la sangre. Una menor cantidad de CerS6 implica una menor probabilidad de que MASH se inicie o progrese. Los investigadores respaldaron su hipótesis modificando genéticamente ratones para que se desarrollaran sin CerS6 o con un exceso de este.

“Validamos el papel de CerS6 en la mejora de la MASH mediada por F. foetens en ratones mediante la eliminación y sobreexpresión de Cers6 específica del intestino”, escriben los investigadores.

Estos resultados aún deben repetirse en ensayos clínicos en humanos, por supuesto, pero más adelante, es posible que estos hallazgos inspiren nuevos tratamientos. Casi 1 de cada 3 personas en todo el mundo padece enfermedad del hígado graso asociado a disfunción metabólica (MAFLD), un grupo de afecciones que incluye la MASH.

Dada la gran cantidad de bacterias y hongos que habitan nuestros intestinos, es probable que se realicen muchos más descubrimientos similares, ya sea sobre microbios que causan enfermedades o que nos protegen de ellas. Las mismas técnicas empleadas aquí podrían emplearse para identificar hongos más beneficiosos en el futuro.

“Optimizar las técnicas de cultivo y la composición del medio para los hongos intestinales es esencial para comprender la microecología intestinal y brindará conocimientos más profundos sobre la comunicación cruzada entre la microbiota intestinal y el huésped”, escriben los investigadores.

La investigación ha sido publicada en Science.

Fuente: Science Alert.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *